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Menos de 20 minutos después de quedar eliminada del Abierto de Miami, Serena Williams abordó su Mini Cooper blanco y se marchó del estacionamiento reservado para los tenistas. Comenzó a ajustarse el cinturón de seguridad cuando el vehículo estaba ya en movimiento. Sin duda, su partida fue abrupta.
La racha de 20 victorias seguidas de Williams en Key Biscayne se cortó de tajo ayer, con un revés por 6-7 (3), 6-1, 6-2 ante la rusa Svetlana Kuznetsova en la cuarta ronda.
Williams buscaba su noveno título en este certamen y su cuarto cetro en fila aquí. Pero tras un desgastante primer set que duró casi una hora, la primera preclasificada se derrumbó en una tarde calurosa.
Desde el año 2000, la estadounidense no era eliminada antes de los cuartos de final en este torneo. En aquel entonces cayó en la cuarta ronda ante su compatriota Jennifer Capriati.
Williams, de 34 años, no gana un torneo desde agosto, cuando se coronó en Cincinnati. Aquel fue el 69 título en su carrera.
“Hice lo mejor que pude”, comentó Williams en una conferencia de prensa posterior al partido, la cual duró menos de 30 minutos antes de que la propia tenista la diera por concluida. “No puedo ganar todos los partidos. Estas tenistas llegan y juegan ante mí como no lo han he cho antes en sus vidas. Tengo que estar al 300% cada día”.
Kuznetsova (15ta. sembrada), ganó gracias a su estrategia defensiva. Se dedicó a prolongar puntos hasta que Williams cometía el error. La rusa finalizó apenas con 18 errores no forzados, contra 55 de Williams.
Además, el saque de Williams fue inusitadamente irregular. Recetó 13 aces pero incurrió en nueve faltas dobles y sufrió seis quiebres.
La estrella negó que el calor de 29 grados centígrados haya incidido en su derrota.
“Físicamente estoy bien”, aseguró. “No lo sé. Supongo que no me moví tanto. Tal vez esa fue una de las cosas que no me salieron bien”.
Kuznetsova, de 30 años, se coronó en Key Biscayne hace 10 años y ha avanzado a los cuartos de final por primera vez desde 2009.
