El himno nacional no sonó en el Centro Acuático María Lenk. Tampoco ondeó la bandera tricolor. Pero Rommel Pacheco se encargó de ponerle el toque mexicano a la premiación en la que recibió la medala de oro como el mejor en el trampolín de tres metros individual de la Copa del Mundo de Clavados.
Feliz y con su metal áureo colgado en el pecho, el yucateco entonó el canto nacional mientras en el sonido local se escuchaba el himno de la Federación Internacional de Natación (FINA), organismo que suspendió a su homóloga mexicana al no pagar una multa de cinco millones de dólares.
“Estoy más que contento por ser el campeón. Me llevo el oro y eso es una gran motivación para los Juegos. Me voy muy satisfecho con mi desempeño en esta competencia”, dijo el mexicano, quien además sumó su segundo metal en la competencia luego del bronce logrado en la modalidad sincronizada junto con Jahir Ocampo.
En una extraña final donde potencias como China y Rusia no mostraron su nivel, además de la eliminación de otros clavadistas europeos en la preliminar y semifinal, Pacheco exhibió su dominio de la tabla para llevarse el sitio de honor después de seis ejecuciones que le redituaron una puntuación final de 504.40 puntos.
La segunda posición fue para el jamaiquino Yona Roshen, con 459.25 y el bronce para Kristian Ipsen, de Estados Unidos con 457.60 unidades. En esta final, también estuvo presente el jalisciense Rodrigo Diego, quien ocupó la plaza once con 403.60 puntos.
“Mi medalla es producto del esfuerzo, la dedicación y el esmero que he puesto en cada uno de mis entrenamientos. Agradezco el apoyo de las autoridades deportivas y la federación”, dijo el seleccionadoquien subió al podio con una playera de Popeye.
La de Rommel se suma a una lista de medallas nacionales en Copas del Mundo. En la edición de Changzhou 2010, Paola Espinosa logró el bronce en el trampolín de 3 metros; en Londres 2012, la plata de Germán Sánchez e Iván García, en plataforma de 10 metros sincronizados y en Shanghai 2014, el bronce de Iván García en la plataforma de 10 metros individual.
“Es como ganar un mundial porque vienen los mejores del mundo a competir, estoy muy, muy contento”, finalizó Pacheco.
Ante la falta de resultados, Rommel decidió cambiar de la plataforma al trampolín de tres metros. Su decisión resultó acertada pues a partir de entonces comenzaron a llegar los resultados.
Entre los más destacados destacan el oro en los Juegos Panamericanos de Toronto en 2015.
“Es mi último ciclo en clavados, evaluamos mi entrenadora Ma Jin y yo el nivel y mis aptitudes, por eso decidimos cambiar a trampolín, parece que acertamos”, explicó.
El yucateco regresará a la ciudad junto con el resto de la selección el próximo viernes.