La selección mexicana de clavados, que participará en la Copa del Mundo FINA 2016 en Río de Janeiro este fin de semana, tomó medidas para reducir los riesgos de sus deportistas ante el virus del Zika.

“Ya me picaron los moscos y espero que no me dé nada!”, dice, con humor, Paola Espinosa, medalla de plata en Londres en 10 metros sincronizados y que lidera la docena de deportistas que integran la delegación mexicana.

Espinosa, que en la categoría individual tiene asegurada la plaza para la Olimpiada de Río de agosto y compite ahora por obtener la de salto sincronizado, explica que ya desde México recibieron instrucciones de cómo minimizar los riesgos ante el mosquito transmisor del Zika.

En Brasil se han infectado 1.5 millones de personas a través del mosquito Aedes Aegypti, que también es portador del virus del dengue y de la fiebre amarilla, así como de otras enfermedades, como la chikunguya y la fiebre de Zika.

“Viajamos de México aquí con repelente, no salimos del hotel sin repelente, tratamos de usar pantalón largo o playeras de manga larga, aunque hay veces que el calor no te lo permite”, explica tras la segunda jornada de entrenamientos previos a la Copa del Mundo FINA 2016 que inicia este viernes hasta el día 24 de febrero.

“Tratamos de cuidarnos en ese sentido. Un deportista lo que menos quiere es lastimarse o ponerse enfermo”, señala Espinosa, bronce en Pekín 2008 y quien participará en su cuarta Olimpiada desde su debut en Atenas 2004.

Su compañera en el salto sincronizado, la joven Alejandra Orozco (plata con Espinosa en Londres 2012), también señala que “ya en México les comentaron lo que había que hacer para minimizar los riesgos”.

“Usamos repelente en el hotel, al salir de la alberca. Aunque vinimos a Río centrados en lo nuestro que es tirar clavados”, asevera, y explica que un doctor de la selección viajó con ellos y “nos ayuda a tener en cuenta el tema del zika”.

“Creo que todos los países están tomando precauciones. He visto que deportistas de otros países llevan unos parches para alejar los mosquitos. Estamos informados y conscientes, pero estamos enfocados en lo que queremos hacer”, dice la deportista, de tan sólo 18 años y medallista más joven de la historia olímpica de México.

Aunque las autoridades brasileñas y el Comité Olímpico Internacional (COI) aseguran que el zika no supone un riesgo para los atletas en la próxima Olimpiada, algunas deportistas y federaciones han expresado preocupación ante el eventual riesgo de contagio del virus, que de infectar a embarazadas podría provocar microcefalia en los fetos.

La nadadora medallista española Mireia Belmonte o la portera de la selección estadunidense de futbol Hope sólo señalaron recientemente que no participarían en los Juegos si el zika supone un riesgo para la salud, mientras Kenia dijo que podría retirarse de la Olimpiada si el virus supone un riesgo para sus atletas.

hgm

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses