Melbourne.— Cuando Serena Williams juega tan bien como lo hizo en las semifinales del Abierto de Australia es poco lo que las oponentes pueden hacer para ponerla en aprietos. Ni siquiera una rival que pronto ocupará el tercer puesto del ranking mundial.

“Sencillamente me quedé ahí parada mirándola”, dijo Agnieszka Radwanska después de ser apaleada 6-0, 6-4 por Williams. “No cometió un solo error. Su saque estuvo increíble. Se la jugó en todos los puntos, no pude hacer mucho. En realidad, no pude hacer nada”.

Esa es la sensación generalizada que Williams ha dejado entre las oponentes que despachó en su recorrido hasta la final, su séptima en Melbourne Park. Su dominio ha sido tal en este Abierto de Australia que no ha perdido un solo set, algo que jamás logró en sus 15 participaciones previas.

Williams parece sorprendida por lo bien que está jugando. Dijo que no esperaba estar tan certera luego de tomarse un receso de cuatro meses tras el Abierto de Estados Unidos.

“Estuve ocupada con la nueva colección [de ropa] que voy a lanzar”, dijo.

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