Dos noches después de que su suegro fuese hospitalizado urgentemente, el británico Andy Murray dejó a un lado las distracciones y venció a Bernard Tomic para avanzar a cuartos de final en el Abierto de Australia.

Un agitado Murray gritó y se criticó a sí mismo en alta voz y sobrevivió problemas ocasionales para imponerse 6-4, 6-4, 7-6 (4) al último australiano en el certamen.

“Definitivamente hoy [ayer] en la cancha estuve más emocional que lo usual”, dijo. “Estaba hablando conmigo mismo después de cada punto, desde el inicio hasta el final, y obviamente eso no es ideal”.

La esposa de Murray, Kim, va a tener el primer hijo de la pareja el mes próximo y Murray ha dicho que dejará el torneo en cualquier momento si tiene que irse a Gran Bretaña para estar con ella. La enfermedad repentina del padre de Kim, Nigel Sears, en Melbourne, lo tuvo reconsiderando si debía irse.

“Los últimos días han sido muy, muy duros. Muchas emociones, las cosas cambiando en mi mente todo el tiempo”, dijo. “Ha sido muy estresante, pero trataré de descansar para el próximo match”.

En cuartos, Murray se medirá con el español David Ferrer, que se impuso al estadounidense John Isner 6-4, 6-4, 7-5.

En otro duelo de la jornada, Milos Raonic perseveró en su plan de servicio y derrotó al suizo Stan Wawrinka 6-4, 6-3, 5-7, 4-6 y 6-3.

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