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Río de Janeiro.— Los 10 mil 500 deportistas que competirán el año próximo en Río de Janeiro van a sentir en carne propia los efectos de los recortes presupuestarios que afectan a la justa veraniega: no van a tener aire acondicionado en sus habitaciones, a menos que paguen. Cobrar por el servicio es parte de lo que los organizadores llaman eliminar excesos.
A una pregunta específica sobre la necesidad de ventilación en los dormitorios, Mario Andrada, portavoz de los Juegos, respondió: “No pensamos que vaya a ser crucial (tener aire acondicionado) allí”.
Aunque los Juegos se celebrarán en el invierno del hemisferio sur —del 5 al 21 de agosto del 2016— se esperan temperaturas cálidas. Este año se llegó a 35.4° celsius.
Andrada dijo que las federaciones nacionales pueden pagar por algunos atletas, aunque no está claro si las naciones más pobres podrán lidiar con los costos adicionales.
Los organizadores han sido afectados por una recesión, un desplome de la moneda local ante el dólar y una inflación de 10%.
