Alejandro Rodríguez

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A un costado de la Avenida Constituyentes de la capital se encuentra uno de los lienzos charros más grandes del país. Este lugar se ha convertido en un espacio de enseñanza y tradición del considerado como “el deporte nacional por excelencia”.

La charrería no sólo se enseña a través de exhibiciones, que en su mayoría son de manera gratuita, sino que también se imparten clases para quien quiera aprender de esta actividad, que engloba tradición y otros tipos de enseñanzas de vida.

“Aquí [en el Lienzo Charro de Constituyentes] se tienen instalaciones muy amplias en donde a lo largo de estos años se ha fomentado la charrería como un deporte, cuando es una tradición que se ha conservado en las familias de generación a generación. Naturalmente, a través de todos estos años, se ha manejado como un deporte en las diferentes suertes, que se realizaban en el campo y que ahora se practican en los lienzos charros”, detalla Manuel Basurto, presidente de la Asociación Nacional de Charros.

Es a través de las charreadas que las diversas asociaciones del país fraternizan y crean vínculos más allá de las competencias por mostrar maestría en la monta del caballo y las diversas suertes que se practican.

“Lo que más se disfruta de esta actividad, más allá del aspecto deportivo, es la amistad con las personas que lo practican, con todos los miembros de diversos lienzos charros, de otras asociaciones de la República Mexicana. La amistad es una de las riquezas más grande que puede tener todo ser humano. Naturalmente, qué mejor que combinarlo con el deporte que nos une que es la charrería y la interacción con el caballo, que es un animal muy noble, en donde se vuelve un binomio con el jinete”, detalla Basurto.

Pero así también la charrería es una práctica que se transmite de padres a hijos. En el caso de Manuel Basurto, heredó el gusto a su hija María Fernanda Basurto Rodríguez, quien ocupa el puesto de Reina de la Asociación Nacional de Charros. Antes, Manuel lo aprendió de sus progenitores.

“Mis padres tienen un rancho en el Estado de México en donde, desde que nacimos, lo fuimos practicando. Crecimos en el caballo, nos desarrollamos en éste y adquirimos un gusto que se vuelve en una forma de vida que tenemos. A mi padre le gustaba la charrería y mi madre sigue muy interesada en esta actividad. Yo formé mi propia familia con mi esposa que proviene de una familia de gran tradición en la charrería como lo son los Rodríguez Medellín. Mi esposa, Susana, también fue reina de la asociación hace unos años como ahora lo es mi hija”, comparte.

Uno de los objetivos principales de Manuel y Fernanda es fomentar eventos altruistas y otros con entrada libre al público que ayuden a fomentar la práctica de la charrería.

“El próximo fin de semana vamos a culminar los eventos patrios de septiembre con un gran evento para que la gente pueda convivir con diferentes suertes charras, en diversas actividades que culmina con una charreada, que será de forma gratuita, el próximo 20 de septiembre, a las 12 del día, con una competencia con el equipo del presidente de la Federación Mexicana de Charrería”, detalló Basurto, en una invitación por conocer más de esta actividad que se tiene registro de su práctica desde hace más de un siglo.

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