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Aunque los misiles sean precisos, si la artillería antiaérea funciona los estragos serán mínimos. Presionar al enemigo con la defensiva es un arte que en la actualidad muy pocos conjuntos de la NFL llegan a dominar.
Los Seahawks contaron con la mejor defensiva de la Liga durante los últimos dos años; sin embargo, durante la pretemporada perdieron al artífice de ésta, el coordinador Dan Quinn, quien ahora dirigirá los hilos y el destino de los Falcons de Atlanta. Con Quinn al mando, la defensiva de los campeones de la Conferencia Nacional (NFC) tan sólo permitió 267.1 yardas por partido el año pasado.
Además de Quinn, otras de las bajas sensibles son el esquinero Byron Maxwell (Filadelfia), el tacle defensivo Tony McDaniel (Tampa Bay), además de Earl Thomas, quien se recupera de una operación tras lesionarse el hombro. Por otra parte, el safety Kam Chancellor sigue ausente, inconforme porque no obtuvo una mejora salarial e incluso el coach Pete Carroll ya tiene planes de iniciar la campaña sin él.
Seattle, que tiene una formación 4-3, se mantiene como una de las mejores defensivas con la ‘Legión del Boom’ y Richard Sherman como su líder. Su excelente cobertura le brinda tiempo suficiente a frontales y linebackers de caerle encima a los pasadores. El linebacker Bobby Wagner llamará las jugadas, mientras que Michael Bennett y Cliff Avril serán los principales cazadores de cabezas de este conjunto.
Embestida de Buffalo. Si un equipo pretende desbancar a Seahawks como el que tiene la mejor defensiva, pudiera ser Bills de Buffalo, que la temporada pasada fue cuarto, al ceder 312.2 yardas por juego.
Sus frontales son veloces: Mario Williams, Corbin Bryant, Kyle Williams y Jerry Hughes. Son expertos para derribar a los quarterbacks, ya que en tan sólo dos temporadas suman 111 capturas. Su mejor linebacker es Manny Lawson y su defensiva secundaria, sin grandes estrellas, es respetable.
Sin duda el arribo del coach Rex Ryan, de mentalidad defensiva, mejorará esta unidad que fue la cuarta mejor anotadora en 2014. La idea es tener una ofensiva controlada con el corredor LeSean McCoy para consumir minutos y darle descanso a los ‘rudos’ muchachos de Rex, que lideraron la Liga en capturas con 54, 14.5 cortesía del ala defensiva Mario Williams.
La turbina de los Jets. Esta es una de las unidades más prometedoras, por lo menos en el papel. Con una base 3-4, Muhammad Wilkerson y Damon Harrion pueden mantener ocupada a cualquier línea defensiva, además adquirieron a Leonard Williams, ala defensiva egresado de la USC, con la sexta selección del Draft. Los siete jugadores en ‘la caja’ bastan para intimidar a cualquiera. En la secundaria cuentan con veteranos de renombre como Darrelle Revis y Antonio Cromartie, quienes iniciarán como esquineros. Marcus Gilchrist y Calvin Pryor complementan la secundaria.
Quinton Coples, Calvin Pace, Demario Davis y David Harris serán los encargados de concentrar la presión. Los Jets contarán con una de las defensivas más entretenidas de la Liga. Sólo falta que el coach Todd Bowles los sepa unir para que vuelvan a los Playoffs.
La potencia de Watt. J.J. Watt es el jugador que representa el alma de los Texans. Watt, el Defensivo del Año 2014, fue el primer jugador desde 1982 en conseguir más de 20 capturas en dos temporadas durante su carrera. El año pasado registró 20.5. Además fue líder en pases desviados (10), fumbles recuperados (5) y tacleos para pérdida de yardas (29), por si fuera poco, se apuntó cuatro touchdowns.
Watt, el mejor defensivo de la actualidad, ahora contará con la ayuda del tacle Vince Wilfork, quien es un tapón en la línea de scrimmage. Si a esto le añadimos que el linebacker exterior Jadeveon Clowney se encuentra totalmente recuperado de sus lesiones, al igual que Brian Cushing, ésta podría ser una de las defensivas más temerarias de la NFL.