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Fue sedado por varias horas para retirarle la pintura de aceite que cubrió su cuerpo. Ante un cuadro que presentó de neumonitis lo entubaron para que su respiración mejorara. La sección de terapia intensiva del hospital Adolfo López Mateos fue su hogar durante casi una semana. Y a pesar de todo lo anterior, Juan Francisco Espinosa afirmó que “una y mil veces más” repetiría la novatada que deterioró su salud.

En su primer entrenamiento después del día de iniciación, el liniero defensivo validó “el ritual” que tienen el equipo de futbol americano de la Universidad Nacional Autónoma de México con los jugadores de primer año y enfatizó que sus compañeros son como su familia y que únicamente los que pertenecen a Pumas, pueden saber lo que significa ser parte de la tradición azul y oro.

“Es una tradición de muchos años atrás, es algo que sólo viven los Pumas, los que quieren ser realmente Puma, es algo que sólo nosotros podemos vivir. Es algo que los que están afuera no saben y comentan cosas negativas acerca de eso”, sostuvo Espinosa Martínez.

Junto al head coach de Pumas, Raúl Rivera, que en todo momento lo acompañó durante la comparecencia con los medios, Juan Francisco detalló cómo su estado físico comenzó a deteriorarse en la noche del sábado 25 de julio cuando llegó a su hogar.

“Mi piel es bastante sensible el sol y la quemó mucho. Luego la pintura sobre mi cuerpo hizo reacción en mi espalda ya quemada, yo después de la novatada regresé a mi casa a dormir y descansar, no intenté retirarme la pintura pues me ardía mucho el cuerpo y me empecé a sentir muy mal, me dio un poco de fiebre y por las heridas en mi espalda empezaron a salir ámpulas y pues recurrí al hospital”, comentó el interno de Pumas CU.

El jugador de 19 años de edad, comentó que la novatada consistió en diferentes juegos físicos que lo extenuaron, pero no se arrepiente de haberse sometido, pues sólo se vive una vez.

“Es algo muy cansado, son juegos, ejercicios físicos, es algo cansado, pero eso es algo que es muy de los Pumas y sólo se vive una vez”.

El jugador de más de 100 kilos de peso, explicó que ni él ni su madre buscaron que su estadía en el hospital alcanzara la repercusión que tuvo.

“Mi mamá y yo no planeábamos que esto se hiciera tan grande, ahí ni siquiera dijimos el porqué estaba ahí, de ahí sacaron la información, pero es algo fuera de nosotros”, dijo Juan Francisco quien también tuvo su primer día de clases al ingresar a la Facultad de Derecho de la UNAM.

Luego de ser dado de alta, el ex liniero de los Tigres del CCH Sur aclaró que ya está en condiciones de hacer cualquier actividad física.

Ante la pregunta de si habían existido golpes en la novatada, Juan Francisco dudó en responder y el coach Raúl Rivera entró a escena y argumentó que en los últimos años, los Pumas han cambiado muchas situaciones que en el pasado se presentaban.

“Tienen que saber que la novatada ha cambiado mucho. En ese sentido [golpes] creo que Pumas ha cambiado, la iniciación que tocó en los años 60, 70. 80 o incluso 90 es totalmente diferente a la que ahora se vive. En el caso de Paco su piel que es muy delicada fue lo que le provocó la quemadura. La novatada ha evolucionado y ahora es un día cansado, ya se eliminó las agresiones que un día se dieron”, declaró Rivera.

Tanto Juan Francisco como el resto de los Pumas, ya esperan el inicio de la temporada, aunque antes tienen un scrimmage ante Texas Lutheran University, a finales de este mes.

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