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Toronto.— La de ayer, fue una jornada de doble festejo para la racquetbolista mexicana Paola Longoria. Tal y como se esperaba, la número uno del ranking mundial sumó a su palmarés dos metales dorados en los Juegos Panamericanos de Toronto al imponerse sin complicaciones en las modalidades de singles y dobles.
Al igual que hace cuatro años en la justa continental en Guadalajara, Longoria demostró que no hay nadie que pueda hacer tambalear el reinado que protagoniza desde hace más de tres temporadas en la disciplina.
“Tengo tantas ganas de comerme un chocolatito, son mi debilidad, me encantan de todos los tipos y todas las marcas. Estoy muy feliz por ganar en dos ocasiones y cumplir la promesa que hice a mí país”, fueron las primeras palabras de Paola, quien hace dos meses y medio no prueba el suculento manjar, su debilidad, debido a un cambio de dieta.
Desde que portó la bandera nacional el pasado 10 de julio en la ceremonia de inauguración, la campeona prometió regresar con tres oros. Ahora, sólo le falta uno.
Longoria derrotó en singles a la argentina María José Vargas, quien se fue al frente en el primer set pero no logró mantener la ventaja. La potosina, líder indiscutible del ranking mundial le puso un alto a la número dos del mundo a quien relegó a la plata con parciales de 15-12 y 15-9.
“Ya casi consigo mi meta. En mi partido contra María tuve que ir de menos a más pero gracias a Dios se logró el resultado. Detrás de esta medalla hay mucho entrenamiento, muchas horas de sacrificio que valieron la pena”.
Hace algunos meses la potosina eliminó de su dieta las carnes rojas y los chocolates, lo cual, confiesa la mantiene en los 50 kilos de peso y le permite liberar grasas de su organismo para ser más veloz.
La seleccionada luce más rápida en la cancha. Apenas una hora después de afianzarse como la mejor en singles, Longoria sumó su segundo metal áureo al vencer junto con Samantha Salas a la dupla argentina integrada por María Vargas y Veronique Guillemette con parciales de 15-3 y 15-4.
“Fue un partido más sencillo. Llegué inspirada por el oro en individual y sólo me enfoqué en conseguir el objetivo que tantas veces platiqué con mi pareja”, agregó Longoria.
La complicidad entre Samantha y Paola, quienes juegan juntas desde hace diez años, dio frutos y pudieron refrendar el campeonato obtenido hace cuatro años en Guadalajara.
“Las dos nos conocemos muy bien, nadie tiene que decirle a la otra lo que tiene que hacer. Una década juntas nos ha enseñado a entendernos con tan solo un gesto o una mirada”, dijo Salas.
Hasta ahora, los máximos medallistas mexicanos en Toronto además de Paola son los clavadistas Rommel Pacheco y Paola Espinosa con dos de oro cada uno.
Plata con sabor amargo. El racquetbolista mexicano Álvaro Beltrán culminó su participación en singles con un sabor amargo al terminar con la medalla de plata tras caer contra el estadounidense Rocky Carson por parciales de 15-11 y 15-10.