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adriana.reyes@eluniversal.com.mx
Toronto.— La ciudad canadiense de Toronto prometió una villa espectacular para los más de siete mil competidores en los Juegos Panamericanos y lo cumplió.
En más de 40 hectáreas, el comité organizador de la edición XVII de la competencia edificó un verdadero edén para los competidores. Los atletas, provenientes de 41 naciones, cuentan con servicios que van desde un comedor con menús internacionales, hasta una estética donde pueden arreglarse el cabello y las uñas.
Las modernas instalaciones, construidas sobre unos terrenos en la provincia de Ontario, son producto de cuatro años de trabajo. El resultado es un área planeada de manera integral, con zonas de esparcimiento, un centro deportivo y un área verde que sirve para la convivencia.
“La verdad es que desde que hicimos la primera visita el año pasado nos dimos cuenta de que la calidad del hospedaje de los deportistas sería de primer nivel. Los canadienses se preocuparon por darle a sus invitados la mejor imagen de la ciudad y qué mejor que con una villa funcional”, relató el encargado de logística de la selección mexicana, Carlos Cisneros.
El ambiente es de fiesta tanto en el exterior como dentro de la villa. Frente a las banderas colocadas en la entrada principal un deportista puertorriqueño improvisa un baile de ritmo caribeño con una competidora colombiana. Cerca de ellos, un puñado de atletas juega dominó y otros más platican sobre su próxima participación.
Nadie sin la correspondiente acreditación o un permiso especial puede ingresar a los cuartos de los seleccionados. La seguridad es primordial para los anfitriones, que no escatimaron recursos en salvaguardar la integridad de los deportistas.
“Somos como una gran familia en la villa, es una experiencia increíble poder convivir con compañeros de muchos países dentro y fuera de las competencias.”, comentó el clavadista cubano José Guerra.
Quienes llevan algunos días en los edificios dan el visto bueno a la atención local.
“Para nosotros es muy importante estar en un lugar en el que nos sintamos cómodos, en este caso todo ha estado muy bien, pues los voluntarios y el personal administrativo se han portado muy amables. Hasta el momento ha sido una grata experiencia”, mencionó la clavadista Dolores Hernández, quien debuta en la segunda parada del ciclo olímpico en la modalidad de trampolín de tres metros.
Los atletas están distribuidos en departamentos de distintos tamaños con un estimado de dos deportistas por habitación, aunque en algunos casos pueden ser más. En los balcones ya se pueden ver algunas banderas, como las de México, Colombia, Argentina, Brasil, Canadá y Cuba.
Son mil 285 departamentos y dos mil 685 habitaciones (wi-fi incluido), algunas cuentan con camas especiales de hasta 2.20 metros, generalmente para jugadores de baloncesto y voleibol.
La villa además cuenta con una policlínica. También tiene pista de atletismo, piscina semiolímpica, sala de pesas y distintos aparatos para ejercitarse.Tras los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos, los edificios se convertirán en el barrio más nuevo de la ciudad: el Canary District.