El Barcelona se midió este lunes al Chapecoense en el Trofeo Joan Gamper para homenajear a las víctimas y supervivientes del accidente aéreo en el que perdieron la vida 71 personas en noviembre de 2016, cuando el club brasileño viajaba a Colombia para disputar la final de la Copa Sudamericana .

Antes del partido, que terminó con victoria local por 5-0 con goles de Gerard Deulofeu (min. 6), Busquets (11), Messi (28), Luis Suárez (54) y Denis Suárez (75), el capitán del equipo, Andrés Iniesta, pronunció un pequeño discurso con el que dio la bienvenida a la nueva temporada y, sobre todo, honró al equipo de Chapecó.

"Hoy es un día muy especial, recibimos en nuestra casa al Chapecoense, un rival muy especial. Espero que podáis disfrutar de un partido inolvidable", dijo el manchego, que quiso acordarse tanto de las víctimas como de sus familiares y de los supervivientes.

Dos de los futbolistas que sobrevivieron al accidente del avión, Jakson Follman y Helio Hermito Neto, fueron los encargados de realizar el saque de honor. El tercero, Alan Ruschel, capitaneó al equipo durante el partido.

"Ahora soy una de las personas más felices del mundo porque estoy viviendo algo impensable", dijo Rushel, que intercambió su camiseta con Messi tras el pitido final.

"Me considero un afortunado de poder estar en España, enfrentar al Barcelona, jugar en un estadio en el que nunca imaginé estar en su césped. Son tantas cosas buenas que estoy viviendo ahora que no me lo creo", celebró el lateral brasileño.

Por su parte Follman, que perdió una pierna en el accidente y desde entonces utiliza una prótesis, se ganó la admiración del arquero 'culé' Marc-André ter Stegen, al señalar que quiere competir con la selección de fútbol paralímpico de su país.

"Estoy sin palabras. No puedo imaginar lo que ha pasado, pero después de todo mantener el deseo de seguir jugando al fútbol realmente es increíble y valiente. Si este es su próximo objetivo, le ofrezco todo mi apoyo y realmente me gustaría ayudar si puedo", dijo el meta antes del partido.

El Barça fue el primero en saltar al campo y, desde el medio de la cancha, esperó a que fueran saliendo uno a uno los rivales (alguno de ellos entre lágrimas), a quienes acogieron con un caluroso aplauso replicado en las gradas.

El conjunto catalán ya había donado al Chapecoense, el año pasado, 250.000 euros para ayudarle a recomponer la plantilla.

El equipo brasileño, por su parte, lució un uniforme en el que se apreciaban 71 estrellas en recuerdo de cada una de las víctimas del accidente.

En el aspecto puramente deportivo, el nuevo Barcelona de Ernesto Valverde superó sin dificultades a su rival, en el primer encuentro que disputan los 'culés' tras la marcha al París Saint-Germain del brasileño Neymar.

Destacó la actuación del joven Deulofeu, que además de marcar dio dos asistencias y fue un peligro constante para la zaga rival.

"Son héroes. Cuando pienso en lo que les ocurrió tengo ganas de llorar", dijo el extremo tras el encuentro.

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