Lionel Messi y el Barcelona acordaron la ampliación de su vínculo hasta 2021 y con eso respiró una junta directiva muy criticada, la cual necesitaba un golpe de efecto semejante para conseguir una tregua ante sus aficionados.
El astro tiene el contrato que quería, su octava mejora en 12 años. No existe un precedente similar en el mundo del futbol. Pero cómo negárselo.
“El argentino se encuentra en uno de los mejores momentos de su carrera y aún le queda mucho futbol para seguir ofreciendo al mundo. La gran noticia para el barcelonismo, que lo hará defendiendo los colores del Barcelona”, celebró el club blaugrana, mediante un comunicado de prensa.
Así se zanjó un asunto que duró más de lo deseado por los catalanes y que alimentó rumores. Por ejemplo, la existencia de una eventual mala relación del futbolista con sus dirigentes. Ni uno de ellos asistió a la reciente boda del delantero en Rosario, Argentina.
Además, el club no acompañó la noticia con un solo mensaje del jugador, con una sola declaración, con una sola fotografía del momento. Algo extraño, si se tiene en cuenta la trascendencia del anuncio, el más esperado por los millones de seguidores que tiene el equipo. La realidad es que no se entiende un Barcelona sin Messi, el gran artífice de la época dorada del club español con innumerables títulos nacionales e internacionales.