hector.morales@eluniversal.com.mx
Santa Clara.— La final de la Copa Oro tiene su dosis de nostalgia. ¿Dónde está México? Eliminado. En su lugar estará Jamaica, que se enfrentará a Estados Unidos, en el estadio Levi’s, por el cetro de la Concacaf. El cuadro norteamericano va por su sexta corona y los Reggae Boyz por la primera.
Precios devaluados para el evento. Pasaron de los 100 a los 40 dólares, luego de la caída del Tri el domingo. Aficionados mexicanos en la zona del recinto lamentan que no se haya dado el encuentro soñado, el clásico de la Concacaf, para definir al monarca.
“Seguramente todos esperaban que México llegara a la final por su nivel. Yo también, pero Jamaica tiene a la mejor defensa del torneo y será un partido difícil”, expone el seleccionador estadounidense, Bruce Arena.
El combinado tricolor es referencia, pese a que está marginado de la disputa por la supremacía de la zona.
Representa todo un tema en el estadio de los 49ers de San Francisco: “México es el equipo más grande y más conocido en el mundo del futbol, porque tiene mucha tradición”, alaba Arena.
Y, por si fuera poco, el coach lanza: “La única manera de ganar respeto internacional es haciendo algo importante en el Mundial”.
Uno de los pocos momentos de la conferencia en los que el director técnico de Estados Unidos deja a un lado al Tricolor: “Costa Rica fue un equipo que consiguió llegar a cuartos de final en Brasil 2014. Eso demostró el talento que existe en nuestra Confederación”.
La final mantiene el sabor, según los jugadores que participarán. “El torneo sigue. Como sea y contra quien sea, estamos por un trofeo. Jamaica será difícil, porque demostró ser una selección que se defiende muy bien”, analiza Joe Corona, carrilero del local.
“Vamos por ganar el partido. Esté México o no, es importante para nuestro país que podamos ser campeones. Sería la primera vez que alzo un trofeo con la selección y eso me emociona”, dice, ansioso, el volante Paul Arriola.
Como la caída Tricolor en el Rose Bowl resultó estrepitosa, hubo gente que en el aeropuerto mexicano fue a abuchear o pedir la salida, inmediata, del seleccionador Juan Carlos Osorio.
Anécdota que es tema en la zona mixta organizada por la Federación de Estados Unidos. Pero los elementos de ese combinado prefieren dejar a un lado la polémica con el acérrimo rival. Se concentran en ganar la Copa Oro. Por el Tri se despreocupan, aunque las taquillas lo extrañen.
Santa Clara.— La final de la Copa Oro tiene su dosis de nostalgia. ¿Dónde está México? Eliminado. En su lugar estará Jamaica, que se enfrentará a Estados Unidos, en el estadio Levi’s, por el cetro de la Concacaf. El cuadro norteamericano va por su sexta corona y los Reggae Boyz por la primera.
Precios devaluados para el evento. Pasaron de los 100 a los 40 dólares, luego de la caída del Tri el domingo. Aficionados mexicanos en la zona del recinto lamentan que no se haya dado el encuentro soñado, el clásico de la Concacaf, para definir al monarca.
“Seguramente todos esperaban que México llegara a la final por su nivel. Yo también, pero Jamaica tiene a la mejor defensa del torneo y será un partido difícil”, expone el seleccionador estadounidense, Bruce Arena.
El combinado tricolor es referencia, pese a que está marginado de la disputa por la supremacía de la zona.
Representa todo un tema en el estadio de los 49ers de San Francisco: “México es el equipo más grande y más conocido en el mundo del futbol, porque tiene mucha tradición”, alaba Arena.
Y, por si fuera poco, el coach lanza: “La única manera de ganar respeto internacional es haciendo algo importante en el Mundial”.
Uno de los pocos momentos de la conferencia en los que el director técnico de Estados Unidos deja a un lado al Tricolor: “Costa Rica fue un equipo que consiguió llegar a cuartos de final en Brasil 2014. Eso demostró el talento que existe en nuestra Confederación”.
La final mantiene el sabor, según los jugadores que participarán. “El torneo sigue. Como sea y contra quien sea, estamos por un trofeo. Jamaica será difícil, porque demostró ser una selección que se defiende muy bien”, analiza Joe Corona, carrilero del local.
“Vamos por ganar el partido. Esté México o no, es importante para nuestro país que podamos ser campeones. Sería la primera vez que alzo un trofeo con la selección y eso me emociona”, dice, ansioso, el volante Paul Arriola.
Como la caída Tricolor en el Rose Bowl resultó estrepitosa, hubo gente que en el aeropuerto mexicano fue a abuchear o pedir la salida, inmediata, del seleccionador Juan Carlos Osorio.
Anécdota que es tema en la zona mixta organizada por la Federación de Estados Unidos. Pero los elementos de ese combinado prefieren dejar a un lado la polémica con el acérrimo rival. Se concentran en ganar la Copa Oro. Por el Tri se despreocupan, aunque las taquillas lo extrañen.
