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Medirse con un club que llegó a la fase final en su mejor momento futbolístico no es la única jaqueca que afecta a la directiva de las Chivas. El caos desatado a las afueras de su estadio por la falta de boletos para el cotejo de vuelta en la final, es un problema que también debe enfrentar.
Ayer por la tarde, un grupo de aficionados bloqueó la avenida que conduce al hogar rojiblanco durante varios minutos, como protesta a la falta de entradas para el encuentro definitivo del Clausura 2017.
Pese a que algunos acamparon desde la noche del domingo, no han tenido posibilidad de adquirir alguna entrada. Primero, porque tuvieron prioridad los poseedores del “Chivabono”, pero la venta al público en general que se prometió no llegará.
Diversas mantas con la leyenda “boletos agotados” aparecieron en las taquillas del estadio Chivas. La cólera y frustración fueron inmediatas en varios de los aficionados. Sentimientos que se multiplicaron al saber que algunas entradas son ofrecidas en páginas de internet entre 50 mil y 70 mil pesos.
La desilusión provocó que la fila de aficionados, que llegaba al millar, se redujo considerablemente en la tarde. Sólo los tercos se mantuvieron, pese a que lo de ellos ya es simple utopía.
