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Andrés Guardado, a sus 30 años de edad, sabe que su retiro de las canchas europeas está cerca; también sabe que su círculo profesional quedaría incompleto de no volver al Atlas de Guadalajara, equipo con el que surgió y al que anhela volver para ser campeón.
Ahora que los Rojinegros están en Liguilla y jugarán los cuartos de final contra el rival de ciudad, el Guadalajara, Guardado espera que al fin, esa maldición de 66 años sin levantar la copa de campeón, se rompa.
En conversación con EL UNIVERSAL, el volante de pierna zurda confiesa que regresar al Atlas es conversación recurrente con su familia, sus amigos y personas más cercanas. “Es el sueño de mi vida”, resume el internacional mexicano.
“Si pudiera imaginar algún sueño ideal sería eso, poder terminar mi carrera con el equipo de mis amores y ser campeón con él. Sería el éxtasis de mi carrera”.
El mediocampista y capitán del PSV Einhoven dice identificarse con los colores rojiblancos, con el equipo, la afición, su ideología, tanto como se ha identificado con aquel equipo que juega en Colomos, al que en algún momento en su existencia le llamaron: “La Academia”.
Guardado Hernández afirma que nació atlista, su sangre es rojinegra y cuando se despida de la vida quiere irse con una camiseta del Atlas como vestimenta, por eso quiere escribir su nombre con letras de oro en el libro de vida del club.
“Con la historia que tiene el Atlas de no ser campeón después de tantos años, poder ser parte de un campeonato equivale a 10 títulos con el América o con Chivas. Un título con Atlas vale mucho más que ganar con alguien más”.
Por el momento, no hay acercamientos con la directiva de Zorros para hablar de un posible retorno; reconoce no tener conocimiento sobre la vida institucional interna presente, pero... “el Atlas que yo conozco y del cual me enamoré es el que apuesta mucho por los jóvenes y atrae al espectador con su juego atractivo. El cariño al Atlas no se basa en títulos, no se basa en Copas levantadas, sino en un sentimiento más natural. Obviamente el aficionado está ansioso de títulos, pero aún así el atlista no necesita de una copa para querer al equipo, como en otros, que se basan en campeonatos para ser ‘queridos’ por su afición.
“Para acabarla, no es un equipo de villamelones”, resume.
A Andrés Guardado le gustaría permanecer un año más en Europa, aunque entiende que por intereses económicos la próxima temporada podría salir del PSV, al ser su último año con contrato en el equipo de los llamados Granjeros.
Descarta seguir el camino de los veteranos holandeses, quienes eligen Turquía después de Europa, o el de las estrellas brasileñas, que más bien optan por los grandes clubes de Rusia y Ucrania.
Como mexicano, considera la MLS estadounidense como alternativa para alargar el buen momento por el que pasa, porque Andrés Guardado no sólo tiene juego y es protagonista en los partidos, es respetado y valorado por la afición y sus compañeros.