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Nítidas, sin interrupciones. Imágenes inmaculadas y fluidas, donde las quejas fueron nulas, para ver la reacción bravía del Rebaño Sagrado.
Chivas enloquecidas y transmitidas en pleno éxtasis con la perfección de la televisión a la que regresaron apenas ayer. El gol de Carlos Fierro se vio perfecto, cuando sorprendió a Cristian Campestrini, quien tuvo una pifia infantil, que aprovechó el “Wero” para imponer la voltereta en el marcador.
Así, con el gol en la compensación, Guadalajara amanece líder del Clausura 2017 con 24 puntos, tras derrotar al Puebla 3-2.
El chiverío había gestado su propia desgracia. Estuvo contra la pared por dos yerros que provocaron que se viera en una desventaja de dos anotaciones como local.
Vino de atrás con vértigo y la recuperación de la memoria de su mejor futbol, mas sólo le alcanzó para sumar un punto ante el Puebla, equipo que llegó a esta jornada en el sitio 16 de la tabla de posiciones.
El Rebaño lució perdido en la pantalla de TDN, como si volver a Televisa fuera una maldición. Los goles de La Franja desataron la desesperación en la fanaticada que apoya al club rojiblanco.
Primero, al 25’, con una definición excelsa de Federico González, quien aprovechó un centro por abajo para apenas darle dirección hacia la portería y provocar la inutilidad en la salida de Rodolfo Cota.
Puebla volvió a golpear la moral de las Chivas con una anotación de Édgar Dueñas, mediante un remate de cabeza (31’).
El medio tiempo resultó un alivio para los locales. Matías Almeyda ajustó sus piezas y mandó a la cancha a Orbelín Pineda.
La mejoría resultó notoria. La resurrección del popular equipo de la Perla de Occidente asfixió a los poblanos que se metieron en su propia área la mayor parte del tiempo.
Presión que se convirtió pronto en el descuento del Guadalajara. Alan Pulido aprovechó un servicio que pudo controlar con algunas dificultades, pero en cuanto vio al portero Cristian Campestrini salir, picó el esférico para realizar el primero gol chiva (54’). De nuevo, tuvo que venir una pifia propia para complicar el camino. José Juan Vázquez se hizo expulsar por cometer una mano y ver la amarilla por segunda ocasión. Todo contracorriente.
Adrián Cortés, de La Franja, emparejó el partido en el número de jugadores por equipo, al ver la tarjeta roja por una patada a Fierro.
En la siguiente jugada, el autogol de Osvaldo Centurión colocó el 2-2 (73’). El partido, entonces, comenzó a agonizar. No se veía por dónde Chivas se llevaría los tres puntos. Pero Campestrini dejó el balón a la deriva y no vio que el “Wero” estaba detrás suyo. El atacante rojiblanco le robó la redonda y anotó (92’).
Triunfo de Chivas que se vio con la perfección y nitidez con la que transmitió TDN. Éxtasis rojiblanco en su regreso como local a la televisión.
