No hace mucho, Diego Lainez aún creía en los Reyes Magos, y de la noche a la mañana su deseo se le concedió y comenzó a jugar al futbol con los grandes.
El joven tabasqueño, de apenas 16 años, se ha convertido en el nuevo niño consentido del futbol mexicano. Descubierto por el eterno buscador de talentos en México, Ángel la “Cocca” González, el joven mediocampista fue llevado a Pachuca, para que ahí comenzara a demostrar su atrevimiento, esa manera de divertirse en la cancha faltándole el respeto a los contrincantes mayores que él.
Mas como buen niño quiso cumplir su capricho; su anhelo desde siempre era jugar en las Águilas del América y como simplemente en la “Bella Airosa” no se “hallaba”, pues para que no hiciera “berrinche” se hizo todo lo posible y comenzó a correr detrás de un balón en los campos del América en Coapa.
Ricardo La Volpe no tardó mucho en darse cuenta de que ese joven futbolista, con cara de niño y que aún tiene problemas con el acné, jugaba como gente grande, que para él era lo mismo jugar fuera de su casa, en los campos de entrenamiento o en el mismo estadio Azteca. Hoy Diego Lainez ya es tratado como gente grande, que hasta le aumentaron su “domingo”.