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La victoria sobre Chivas no deja emocionado a Paco Jémez, pero su rostro habla más de gratitud por un vestidor que ha “tragado mierda” a lo largo del Clausura 2017.
“Veo a diario unidad en el equipo, agradezco por tener un vestuario unido, es un equipo que ha tenido que tragar mierda, que la tuvo que trabajar y digerir”, expresó el entrenador español de Cruz Azul, en conferencia de prensa.
Sobre la polémica arbitral que dio vuelo al triunfo cementero por 2-1, Jémez guardó silencio.
La Máquina tiene posibilidades matemáticas de pasar a la Liguilla, aunque dependerá de otros y de no dejar puntos en los próximos dos duelos de la campaña regular.
“Hemos recuperado certeza, no nos pueden reprochar. Es un partido más, donde siempre se va a evaluar, los jugadores dejan claro que dejan el alma en la cancha aunque tengamos carencias y eso se valora día a día”.
Extrañado por la mayoría rojiblanca de las tribunas, el técnico español destacó que fue un plus y que se mantiene tranquilo en el banquillo cementero.
“Es raro ver mayoría del rival en gradas, pero respondimos bien, eso da más mérito. Tengo contrato hasta diciembre, tedría que pasar algo extraño para irme.”
Por su parte, el pastor del Rebaño, Matías Almeyda, deja para la reflexión arbitral acciones que pudieron evitar su tropiezo.
“No hablo del arbitraje, pero... son humanos, arrancó bien el partido, pero después vienen el penalti y la expulsión [de Miguel Ponce]. Chivas es un equipo que no pega y no protesta, sólo juega, pero qué pasa cuando hay mano en el área, pues es penalti y tuvimos dos [que no nos marcaron a favor]”.