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El domingo más feliz en la historia del Atlas ocurrió hace 66 años. Un solitario gol del costarricense Edwin Cubero contra las Chivas y la combinación de resultados hicieron de los Rojinegros campeones de la temporada 1950-51.
El escenario, el extinto Parque Oblatos de Guadalajara, a una fecha de concluir el torneo.
Cotejo apretado, pero de dominio rojiblanco, limitados en las hostilidades dejó un marcador sin goles durante el primer tiempo. Para la segunda mitad, a los 55 minutos, en una polémica falta del defensa Rafael “Raffles” Orozco, señalada como penalti por el árbitro Horacio “Cuate” Salceda.
Al cobro, Edwin Cubero fusiló por el costado izquierdo del guardameta Jaime “Tubo” Gómez, para el 1-0 del Clásico Tapatío que encumbró a los Zorros.
Incluso, la calma se vio alterada en las tribunas por minutos tras objetos arrojados a la cancha; la policía y hasta el ejército intervinieron para calmar los ánimos. “El Atlas ya es el campeón; derrotó al Guadalajara y León Perdió con Veracruz”, tituló EL UNIVERSAL al día siguiente.