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edgar.luna@eluniversal.com.mx
Hace casi 30 años se llevó a cabo la única final de Liga entre el Guadalajara y el Cruz Azul. Fue en la temporada 1986-87, como los mejores equipos del torneo... Y se enfrascaron en una batalla que los tapatíos se llevaron.
En el duelo de ida, La Máquina ganó 2-1, pero en la vuelta el chiverío arrasó, goleando 3-0.
Pero en la casa de los Mendizábal no hubo vencedor ni vencido, no hubo festejo, porque los hermanos se enfrentaron. Guillermo del Guadalajara y Marco Antonio del Cruz Azul. Fueron por dos juegos como Caín y Abel, desconocieron la sangre en pos de su club.
El “Wendy”. Guillermo Mendizábal puede ser catalogado como uno de los mejores volantes de la historia. De alta clase y pierna fuerte, comenzó su carrera en La Máquina de los 70. Se llenó de títulos y lo refrendó con el Rebaño, al ganar aquella serie por la corona.
“Recuerdo que en ese torneo, tanto Cruz Azul como Guadalajara hicieron muy bien las cosas. Terminamos primero y segundo”, rememora el llamado “Wendy”.
Su hermano Marco debutó años después, cuando Guillermo ya estaba fuera de la institución cementera: “Por eso tenía muchos deseos de jugar contra Marco, contra Cruz Azul, el equipo que me dio la posibilidad de jugar al futbol, al que le tengo mucho cariño y respeto. Era una final deseada...”.
En la casa Mendizábal, “no hubo un festejo, porque la familia estaba divida. Mis papás decidieron que no iban a festejar con quien ganara, ni a consolar a quien perdiera. El llegar a la final fue el logro. La familia quiso quedar al margen”.
—¿Chocaron en esa final?
“Siempre buscaba no jugar de su lado, era medio rudo... No. Mi hermano era lateral izquierdo y yo jugaba por el centro, no creo que nos hayamos topado. Lo único malo es que en la vuelta yo sólo jugué 35 minutos, porque me lesioné y tuve que salir del campo”.
El hermano menor. Marco Antonio siempre tuvo como ídolo a su hermano Guillermo. “Era y es mi modelo a seguir, mi máximo, mi ídolo. Siempre lo admiré”, dice el ahora director técnico.
Esa final, ese Guadalajara-Cruz Azul, “es la que mejores recuerdos trae para la familia Mendizábal, aunque nosotros no la vivimos tanto, porque estábamos muy concentrados en el juego. Mis papás y hermanos sí...”.