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Fidel Kuri Grajales, dueño de los Tiburones Rojos del Veracruz, negó que sus relaciones con el ex gobernador del estado, Javier Duarte, hayan sido muy cercanas y que durante su gestión se haya beneficiado de esta relación.
En declaraciones realizadas a medios de comunicación locales, el también diputado con licencia por el PRI y precandidato a la presidencia municipal de Veracruz, aclaró que no era íntimo de Duarte.
“No, no había mucho contacto con él, sólo el normal, como todo lo que se hace en política”, dijo.
Negó que fuera su amigo. “Era el gobernador de Veracruz, como lo es ahorita Miguel Ángel Yunes. Cuando me lo topaba, lo saludaba y me tomaba fotografías, como lo hago ahora. Ya si unos me niegan o confunden los colores, es otra cosa. Yo puedo enseñar fotografías donde estoy con el gobernador Yunes platicando. Siempre cuando lo veo, lo saludo porque es el gobernador, el que gobierna Veracruz”, precisó.
De igual forma, rechazó que el ex gobernador lo haya ayudado a traer al equipo al puerto: “El equipo Albinegros de Orizaba me lo quitaron, el gobierno [de Fidel Herrera] me lo quitó... Yo me tuve que ir de Veracruz [a La Piedad]. Hay muchas cosas que la gente no sabe”.
Más adelante calificó a Duarte como el hijo descarriado del priísmo: “Cada quien es responsable de sus actos. Es como alguien que tiene a un hijo, un hijo descarriado. Por más que haya hecho algo, no deja de ser tu hijo. No podemos negar que es priísta, y que todos tenemos fotografías con él... Se trataba del gobernador de Veracruz”.
Los problemas que tenga el hoy detenido, “los deberá resolver él. Cada uno es responsable de sus actos. Pagará como tenga que pagar y devolverá a los veracruzanos lo que sea de ellos y no sólo él, hay más atrás, políticos actuales. Lo que se debe entender es que esto no es una guerra de personas, es algo que la ciudadanía pide y que hay que entregarle buenas cuentas”.
EL UNIVERSAL solicitó hablar con Kuri. No respondió.
