Más Información
TEPJF batea impugnaciones contra convocatoria y "tómbola" de elección judicial; ordena al Senado regular juzgadores sin adscripción
IMSS Bienestar instala mesa para solucionar conflictos laborales; se compromete a pagar en un plazo no mayor a 4 meses
Alito Moreno se reúne con Julio María Sanguinetti, expresidente de Uruguay; buscan fortalecer lazos en América Latina
Inai busca participar en elaboración de leyes secundarias de Transparencia; “queremos incidir en la nueva legislación", piden comisionados
Detención de “El Cholo Palacios” clave para esclarecer Caso Ayotzinapa, afirma Alejandro Encinas; testimonio podría revelar paradero de estudiantes
Mientras el paro de los futbolistas de Argentina persistía el martes, técnicos de primera división advirtieron que no dirigirán a jugadores de divisiones inferiores en caso que la liga se reanude sin los profesionales.
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) dejó en claro que la pelota deberá rodar a partir del jueves con el choque Vélez Sarsfield-Estudiantes, cualquiera sea el resultado del conflicto derivado por deudas salariales de los clubes con sus jugadores, en varios casos de hasta cuatro meses.
Equipo que no se presente perderá los puntos, advirtió la AFA, por lo que varios clubes anunciaron que si el conflicto no se arregla saldrán a la cancha con equipos formados por juveniles.
"Si los jugadores no juegan yo no dirijo", destacó la noche del lunes el entrenador de Tigre, Pedro Troglio. "Los técnicos estamos en la misma que los jugadores; si ellos no cobran, nosotros tampoco".
Igual de contundente fue el timonel de Banfield, Julio César Falcioni: "Si no están los jugadores profesionales, yo no dirijo".
Su colega de San Martín, Néstor Gorosito, señaló que "me parecería un despropósito dirigir juveniles. Primero no lo haría por respeto al técnico de los juveniles, y aparte por respeto a mis compañeros de trabajo, ya que uno no deja de ser compañero de los jugadores".
Además, la mayoría de los entrenadores no se sentirían respaldados por el la Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino (ATFA), cuyo líder es un histórico centrocampista de San Lorenzo y la selección de Argentina, Victorio Cocco.
"Nuestro gremio es impresentable, nunca un llamado, jamás nos apoyan", declaró el técnico de Almagro, Felipe De La Riva. "En Almagro nos deben cuatro meses, que se pongan los pantalones largos y nos vengan a ayudar".
Ante esta y otras críticas a su gestión, Cocco respondió en reunión de prensa: "Los técnicos que se quejaron nunca vinieron al gremio. Cobrarán cuando los dirigentes les paguen. Que vengan acá (al gremio) a hacer un reclamo formal".
El gobierno distribuyó el lunes a los clubes 350 millones de pesos (unos 22,7 millones de dólares) por la rescisión del contrato por las transmisiones gratuitas de la televisión a cambio de una fuerte ayuda financiera gubernamental. El convenio vencía en 2019.
Tras una reunión con los capitanes de equipos, el líder de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), Sergio Marchi, consideró la noche del lunes que ese dinero "es insuficiente porque los depósitos no alcanzan a cancelar la deuda". El total de la deuda no fue divulgado oficialmente por las partes en pugna.
Con Boca Juniors en la cima, con tres puntos más que Newell's y San Lorenzo, el actual campeonato lleva disputadas 14 de sus 30 fechas. Por vacaciones y conflictos económicos, la liga está paralizada desde el 19 de diciembre, aunque el paro no afecta a los equipos argentinos en la Copa Libertadores.
Los más perjudicados por la deuda son los jugadores del ascenso. Pero los capitanes de todos los equipos de primera división se sumaron en su defensa al conflicto, entre ellos Fernando Gago (Boca Juniors), Leonardo Ponzio (River Plate) y Agustín Orión (Racing Club), este último además de arquero es dirigente del sindicato de futbolistas.
Varios clubes de primera división como Newell's, Quilmes y Gimnasia La Plata, también reconocieron millonarias deudas con sus jugadores.
Durante el atardecer del martes estaban previstas reuniones para analizar el conflicto: por un lado se reunían Marchi con los capitanes de clubes del ascenso, y por el otro los técnicos de equipos de todas las categorías, casi probable sin Cocco, al que no invitarían.