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Minuto 62 de juego. Vanderley Dias se enfiló a la portería de Jesús Corona, todos presagiaban el desastre. Gabriel Peñalba acababa de fallar un penalti a favor de Cruz Azul y la moral estaba por los suelos.
Dias se enfiló y Corona aceptó el reto, todas las esperanzas en el estadio estaban puestas en él.
Todo se definió en cinco segundos.
Cinco... Las miradas se interceptaron.
Cuatro... Sergio Bueno ya lo festejaba.
Tres... Francisco Jémez ya se lamentaba.
Dos... El Azul se silenció.
Uno... Dias no contó, no disparó y Corona salió triunfante del duelo.
Momento clave, ya que enseguida a Cruz Azul le regresó la memoria, se acordó de ganar y con goles de Ángel Mena y Joao Rojas rompió la malaria de siete juegos sin triunfar en Liga al derrotar 2-0 a Jaguares de Chiapas.
Triunfo quizá inmerecido porque La Máquina no fue totalmente superior que el rival, pero que sirve para un posible renacimiento. Triunfo que da tres puntos que eran urgentes en cuestión de tabla general y de porcentaje.
Cruz Azul le ganó a Jaguares, uno de los equipos que se habían distinguido en el torneo por ganarle a los grandes, pero que en realidad no era un verdadero reto para nadie. Sergio Bueno presumió que él debería ser el técnico de Cruz Azul porque sabía todo lo que pasaba en el club, más ayer no lo supo y se fue otra vez del Azul como cuando fue técnico, derrotado y con la cabeza mirando al césped.
Durante la semana, Jémez mandó un lapidario mensaje: “Sólo nos sirve ganar, ya no nos queda más”. Valiente frase motivadora que sólo la creyó él, ya que durante la primera parte sus futbolistas, los que no se cansa en defender, cascarearon, jugando como si no estuvieran en una situación desesperada.
Mucha tenencia tuvo La Máquina ante unos Jaguares hechos al sello de Bueno: mucho orden atrás y poco despliegue al frente, pero poco suficiente para meter en serios problemas a Corona en dos ocasiones.
Si alguien pudo marcar en el primer tiempo, ese fue Chiapas.
Cruz Azul, lleno de nerviosismo y dudas, sobre todo de parte de sus delanteros, nada generó en 45 minutos, por lo que salió abucheado de la primera parte.
Hasta que entró Christian Giménez es que el estadio Azul se encendió. A pesar de la campaña que hay por retirar al veterano “Chaco” su sola presencia cambió la suerte del equipo.
Bueno... no toda.
Para no desentonar con los pésimos arbitrajes de la jornada, Luis Enrique Santander se inventó un penalti de Moisés sobre Ángel Mena. Era el modo perfecto de romper con la malaria, más el ansia por anotar hizo que “Chaco”, Mena y Peñalba discutieran por cobrar la falta, discusión que ganó el grandote contención, sólo para que Muñoz reviviera las tardes de gloria contra los Cementeros y parara el disparo.
Enseguida Vanderley Dias se paró solo frente a Jesús Corona, quien aguantó firme y rescató a su equipo de la catástrofe.
Ahí vino la reacción. Enseguida Mena sacó un potente disparo de fuera del área y al fin venció a Muñoz. Instantes después Joao mandó un centro que se convirtió en tiro que clareó al portero chiapaneco.
Joao Rojas echó a perder su regreso al cuadro titular haciéndose expulsar, pero ni eso, ni la mala suerte andante le quitó a Cruz Azul la victoria, victoria urgente que aminora la crisis, pero que no lo saca de ella.