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Guadalajara.— En tiempo de compensación, Rodolfo Pizarro le robó su venganza a José Manuel de la Torre, quien estuvo a dos minutos de ganarle al Guadalajara, ahora como director técnico de Santos Laguna. El “Chepo” ya lo presentía.
Por eso reclamó con rabia la falta sobre el “Chatón” Enríquez, otro ex chiva, por lo que se fue a las regaderas del estadio tapatpio , la que fue su casa y de la que fue corrido abruptamente hace ya un año y cuatro mese.
Y donde quería vengarse.
Desde el vestidor, De la Torre oyó como el estadio rugió cuando Pizarro, al minuto 93 de tiempo corrido remató un balón que había pegado en el poste y que dejó perplejo a Jonathan Orozco, portero lagunero, quien pudo hacer más a la hora de la verdad.
Cuando se dio cuenta que el grito de gol era largo, el técnico supo que el empate había llegado, que el gol que Julio Furch había anotado a los 57’ de juego, en un remate con la cabeza tras una pésima salida de Rodolfo Cota, al final sólo serviría para rescatar un punto, no para saborear su venganza tan esperada.
Pizarro, excluído de la lista de la Selección Nacional a media semana, corrió hacia la tribuna a festejar la anotación que da una unidad y que esconde el mal accionar del equipo de Matías Almeyda, que a media semana apostó por un juego amistoso sin trascendencia, contra Boca Juniors, poniendo en apuros el tema físico, lo que al final del juego se notó en la cancha.
Santos jugó a lo “Chepo”, a destruir para después tratar de rescatar lo más posible con base en pelota parada. Así llegó el gol de Furch, que daba la victoria hasta que llegó ese momento agónico.
El árbitro dio cinco minutos de compensación. Santos ya jugaba con 10 hombres por la expulsión de Diego de Buen y el “Chepo” ya estaba en el vestidor.
Aguantaron bien al minuto 91, también al 92’, pero al 93’ llegó aquel remate de Alan Pulido, quien mandó la pelota al poste, para que Pizarro sólo empujara, dándole un punto agónico a las Chivas y robándole a José Manuel de la Torre su esperada venganza.