Tres meses después de su último gol y de su último partido, el galés Gareth Bale regresó hoy a la Liga española de futbol tras su lesión para redondear la victoria del Real Madrid por 2-0 frente al Espanyol.

Tras casi 90 días de inactividad, 20 minutos le bastaron a Bale para protagonizar una carrera de 50 metros y, tras una asistencia de Isco, sentenciar el duelo con su pierna izquierda.

En el duelo por la vigesimotercera fecha del campeonato doméstico, el tanto del recuperado Bale, en el 83', se sumó al anotado en el 33' por Álvaro Morata, el hombre al que sustituyó, y completó un escaso pero valioso triunfo para los dirigidos por Zinedine Zidane.

Aún con dos partidos aplazados respecto a sus rivales, los blancos lideran la Liga con 52 puntos, cuatro más que el Barcelona, que mañana recibe la débil Leganés presionado por el 4-0 que sufrió el martes ante el Paris Saint-Germain en la Liga de Campeones.

Dominador del choque en líneas generales pese a los numerosos cambios que introdujo Zidane, al Real Madrid le costó, sin embargo, generar ocasiones claras y someter a un Espanyol que, básicamente, se defendió.

La intención de su entrenador, Quique Sánchez-Flores, de poner fin a 21 años sin conocer la victoria en el estadio Santiago Bernabéu se tradujo en un equipo muy replegado, que presionó sin agresividad al mediocampo blanco.

Así, el balón pasó poco por los pies del alemán Toni Kroos y del croata Mateo Kovacic, y mucho por los de Isco, principal agitador del ataque blanco.

Suyo, de hecho, fue el servicio que Morata cabeceó al fondo de la red defendida por el ex madridista Diego López para anotar su séptimo tanto en lo que va de Liga.

Sustituto hoy del francés Karim Benzema, el internacional español volvió a reivindicar más minutos en el once de Zidane con goles.

Y suyo habría sido el protagonismo, de no ser por el acertado regreso de Bale. Su vuelta, ya en la segunda parte, cuando el choque moría sin que el Real Madrid lograra ampliar su ventaja, remató el partido.

Mientras el portugués Cristiano Ronaldo veía cómo sus reiterados intentos por anotar fracasaban, Bale, casi a las primeras de cambio, resolvió, en una jugada muy propia.

La hinchada, que lo había recibido con una gran ovación, la redobló.

Sin apenas noticias ofensivas del Espanyol, que jugó siempre al mismo ritmo, el Real Madrid pudo aún aumentar su ventaja si el árbitro no se hubiera retractado del penal que había pitado por supuesto fuera de juego en la acción.

Así, y tras su triunfo el pasado miércoles ante el Napoli en la Liga de Campeones europea, el Real Madrid reafirmó su liderato en el campeonato doméstico y trasladó a sus rivales la presión.

FGV

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