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Querétaro.— Dejó que todos sus compañeros lo felicitaran. No podía ser de otra forma, es uno de los chicos más queridos en el grupo, pero Jesús Sánchez sabía que la celebración no estaría completa hasta fundirse en un abrazo con ese hombre que le tiene fe ciega, sin importar las críticas.
Lo que explicó la conmovedora estampa entre el “Chapo” y Matías Almeyda segundos después de que el lateral derecho marcara la anotación que representó la dramática victoria sobre el campo del estadio La Corregidora (1-0). El Guadalajara gobernó buena parte del duelo, aunque sufrió demasiado para llevarse todo el botín.
Porque el Querétaro se las ingenió para mantenerse en el juego y crear cierto peligro en el marco de Rodolfo Cota. Nunca tan constante como el vivido por el meta Tiago Volpi, quien —pese al revés— se confirmó como una pesadilla para las Chivas.
En especial Alan Pulido. El ariete tamaulipeco tuvo tres oportunidades de evitar el masoquismo, pero no definió correctamente, aunque sí le habría alcanzado para estremecer las redes contrarias, de no ser por la plasticidad del arquero de los Gallos Blancos.
Genuino líder de un equipo sometido por el dinamismo y hambre del Rebaño Sagrado. Los miles de aficionados rojiblancos que fueron mayoría en las gradas gozaron con la hegemonía de sus futbolistas. Habría sido éxtasis, de no ser por las intervenciones del portero sudamericano.
Los locales mantuvieron la ilusión… Y la alimentaron con aquella inverosímil falla de Camilo da Silva y el disparo que se impactó en el poste izquierdo del arco tapatío, previo desvío en el defensa Oswaldo Alanís.
El “script” habría sido muy distinto si Pulido, Javier Eduardo “Chofis” López y hasta Orbelín Pineda mostraran la sangre fría que Sánchez presumió tras el mágico servicio del ex contención de los Gallos Blancos. El “Chapo” quedó solo frente a Volpi y lo fusiló en dos tiempos (27’).
Tercer gol en la hoy llamada Liga MX para el cuestionado jugador del Guadalajara, segundo en La Corregidora. No marcaba desde hace más de un lustro (23 de julio de 2011, contra el Atlante).
Premio para un conjunto seguro de sí mismo, más allá de que se presentó con tres encuentros sin victoria, si se toma en cuenta la Copa MX. El derechazo del “Chapo” fulminó la racha sin tantos de los jaliscienses. Quedó en 186 minutos. La del Querétaro se alarga. Es el único club que no ha hecho alguno durante el Clausura 2017.
Razón por la que Víctor Manuel Vucetich lució prácticamente inmutable. Lo del “Rey Midas” pareció resignación, no ecuanimidad. A diferencia del “Pelado”, cuyos aspavientos asomaron el miedo que provoca caminar al borde de la cornisa. Sus Chivas fueron mejores durante casi todo el encuentro. El problema es que son adictas a la adrenalina y poco efectivas a la hora cero.
De no ser por uno de sus chicos consentidos, la mini revancha por la más reciente final de Copa habría quedado estropeada.