El Villarreal se impuso al Granada por 2-0 en un partido en el que, sin brillar, fue superior a su rival y consiguió resolver la crisis de resultados que le afectaba desde el inicio de 2017, al tiempo que agravó la del equipo andaluz.
Aunque el Villarreal no estuvo a la altura de los últimos meses del año pasado, hoy hizo lo suficiente para dejar sin opciones al Granada, que no dio muestras de haber encontrado el camino para recuperarse y salir de la cola de la clasificación.
El Granada planteó el partido con un equipo renovado, mientras que en el Villarreal llamó la atención la baja de última hora, por una lumbalgia, de su central titular Víctor Ruiz, que había disputado todos los minutos en el campeonato de Liga.
Aunque el Granada se sacudió la presión local, Sansone pudo hacer el 1-0 en una falta directa que lanzó al larguero a los veinte minutos de juego.
Así avanzaba el encuentro hacia el descanso, cuando en una acción a balón parado en la que no hubo fuera de juego por muy poco, Bruno Soriano hizo a puerta vacía el gol que daba ventaja al descanso al equipo que había llevado el peso del encuentro en la primera mitad.
De nuevo en una acción a balón parado llegó el segundo tanto del Villarreal marcado por Álvaro al recoger desde el suelo un balón suelto a la salida de un córner, tanto que puso el partido muy de cara al equipo de Fran Escribá.
El técnico del Granada, Lucas Alcaraz, sacó a un central y dio entrada en el partido a un ataque para tratar de tener opciones en menos de un cuarto de hora de meterse en el partido.
Poco después, Kravets mandó un balón al palo en la mejor opción del Granada en todo el partido, pero el Villarreal se mostraba sólido, no daba opciones a su oponente e incluso pudo hacer el tercer gol en un balón de Adrián al larguero en su regreso al equipo castellonense.