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Guadalajara. — Cada vez que el Guadalajara recibe a Tijuana, encuentra un tormento. Anoche no fue la excepción.
Bastó una jugada, un solo cabezazo para que las Chivas perdieran el invicto en el Clausura 2017, al caer con los Xoloitzcuintles que anotaron por la vía de Milton Caraglio (71’). El equipo de Matías Almeyda se queda con cuatro puntos de nueve posibles; el de Miguel Herrera alcanzó seis unidades.
La anotación del ariete rojinegro resultó producto de un cabezazo sólido, en el área chica, que Rodolfo Cota no salió a cortar, aunado a la marca tibia de Oswaldo Alanís, quien nunca incomodó el remate.
Los rojiblancos, al verse en desventaja, intentaron por todos los medios disponibles igualar el marcador, pero sus pelotazos nunca pudieron encontrar la diana que repartiera puntos en el estadio Chivas.
Esfuerzos que se quedaron en sólo eso para el chiverío. El tropezón evidenció la falta de pegada del cuadro rojiblanco, pues el dominio que ejerció durante varios lapsos del partido nunca pudo reflejarlo para, al menos, cosechar una unidad en condición de local.
Durante la semana, Matías Almeyda y Miguel Herrera cruzaron una especie de batalla verbal. El “Piojo” acusó al argentino de querer ser un candidato a dirigir la selección mexicana, cuando aseguró que los técnicos tricolores no apuestan por el talento nacional.
Guerra de palabras que se hizo efectiva en el terreno de juego. Tanto “Xolos” como las Chivas intercambiaron golpes en la primera mitad. Ambos equipos pusieron balones en el travesaño, pero los 45 minutos iniciales terminaron sin daño.
Sólo quedaron en alaridos los envíos de Edwin Hernández, al minuto 10’, por parte de la escuadra tapatía y de Paul Arriola al 38’, de los fronterizos. Su tiros buscaban anidarse, pero el horizontal les negó la apertura en el marcador.
Guadalajara fue mejor, pero no pudo reflejarlo con anotaciones. La parte inicial que realizó resultó vistosa y agradable por la propuesta que planteó, pero el gol se le negó una y otra vez.
La segunda mitad también tuvo intensidad. Ambas escuadras estuvieron decididas a no guardarse nada a la ofensiva, en la búsqueda de los tres puntos.
El Rebaño Sagrado apostó por la velocidad de sus volantes para tratar de herir a los canes. Tijuana, en cambio, fue más calculador. Siempre tenía mayor elaboración en la mitad de la cancha, pero buscaba la profundidad con Avilés Hurtado y Milton Caraglio.
Fue este último, quien tuvo los arrestos para enviar su cabezazo sólido y certero a la portería de Rodolfo Cota. Anotación que pone a Chivas con su primera derrota de la campaña y con preocupaciones para Matías Almeyda, quien está obligado a que el “gigante chiva” ya no se duerma.