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Más allá de lo dolorosa que es, debido a perder la hegemonía en Ciudad Universitaria, Francisco Jémez encuentra el ámbito positivo a su primera derrota en el futbol mexicano: los merecimientos de su equipo.

Serio, el director técnico del Cruz Azul, afirma que salir con las manos vacías no fue justo para un equipo que creó varias opciones de gol en el arco defendido por Alejandro Palacios.

“Este es el equipo que yo quiero, la idea que deseo y, poquito a poco, iremos recuperando prestigio”, vaticina, en conferencia de prensa posterior al revés frente a los auriazules. “No tengo alguna duda de que ganaremos partidos, porque Pumas ha hecho un gran juego, pero —con humildad— creo que hasta merecimos ganar”.

“Hemos hecho un mejor partido, tuvimos más ocasiones [de gol], salimos de todas las situaciones que no nos favorecieron en el campo, aunque también valoramos lo que hicieron ellos. Enhorabuena por su victoria”.

Conseguida, en buena parte, por la falta de sangre fría cruzazulina a la hora cero.

Jorge Benítez, Martín Rodríguez y hasta Adrián Aldrete fallaron oportunidades que pudieron dar una unidad a La Máquina.

“Sería tonto negar que tenemos problemas en la definición, pero —como entrenador— me preocuparía más si no se generaran”, sentencia. “Entiendo que es de tiempo y trabajo para que nuestra definición mejore, porque arriba tenemos a jugadores con mucha calidad. No hemos estado muy finos —en ese aspecto— durante esos dos partidos”.

Por lo que no achaca el revés a factores externos, ni siquiera el trabajo del árbitro Óscar Macías, quien se metió al ojo del huracán tras la expulsión al volante de los Cementeros, Gabriel Peñalba.

“No voy a hablar del árbitro. Entiendo que, aunado a la expulsión de Peñalba, hoy [ayer] han pasado muchas cosas en el campo, pero hay que entenderlas como propias del juego”, considera Jémez. “Vamos a intentar ayudar a todos los árbitros, se equivoquen o no. Seremos caballerosos con ellos y les pediremos lo mismo”.

Discurso que archiva, al menos en el aspecto público, la ira provocada por la labor del silbante. El siguiente paso será protestar oficialmente la acción para que no se suspenda al argentino.

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