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daniel.blumrosen@eluniversal.com.mx
Portar una celeste cruz en el pecho es el amuleto para salir vivo de ese terreno que suele ser inhóspito. Porque el césped del casi siempre hostil estadio Olímpico Universitario ha mutado en uno de los sitios favoritos para La Máquina.
Este mediodía, los dirigidos por Francisco Jémez juegan en un inmueble donde no caen desde el 8 de agosto de 2010 (0-2). De hecho, acumulan media docena de presentaciones en Ciudad Universitaria sin ser derrotados (cuatro victorias y dos empates), racha positiva que anhelan alargar.
De los más recientes 10 encuentros con los Pumas dentro de la hoy llamada Liga MX, en condición de visitante, el Cruz Azul se impuso en siete, a cambio de dos igualadas y una derrota.
“En lo personal, veo formas de jugar diferentes [entre universitarios y celestes]”, analiza el argentino Gabriel Peñalba, volante de contención cementero. “El domingo, el que se levante mejor y haga mejor las cosas, será el que tenga más posibilidades de ganar”.
“Después, nosotros trataremos de hacer nuestro juego a la perfección, mejorándolo con relación a lo que fue el fin de semana pasado [ante el Necaxa] y con la idea fija de conseguir los tres puntos. No nos vale el empate. Tenemos que ganar, porque Cruz Azul así lo amerita”. Premisa con la que han cumplido en el hogar auriazul.
De aquellos futbolistas que participaron en la más reciente victoria de los Pumas, sólo Darío Verón, Javier Cortés y Alejandro Palacios siguen en el plantel. Con La Máquina, nada más permanecen José de Jesús Corona y Christian Giménez.
Único lunar en el casi inmaculado paso —por CU— de un club que ya se ilusiona con un buen Clausura 2017. Si los visitantes vuelven a llevarse todo el botín, ganarán en las fechas uno y dos del torneo por primera vez desde el Clausura 2015, cuando derrotaron al Pachuca y el Santos Laguna (ambos por 1-0).
“El equipo puede dar mucho más todavía, ser más contundente, hacer un mejor partido... Y eso es lo que buscaremos contra Pumas”, advierte Peñalba. “[Queremos] encontrar esa perfección en el juego, que es lo que pide el entrenador y tratar de hacerlo lo mejor posible, porque eso es lo que nos va a permitir ganar”.
Para alargar su hegemonía.