El consorcio chino Wanda, que dará nombre al nuevo estadio del Atlético de Madrid a partir de la próxima temporada, es la mayor empresa inmobiliaria del gigante asiático y una de las más grandes del mundo en este sector, aunque está cada vez más interesada en el cine y el deporte.
El Grupo Dalian Wanda fue fundado en 1988 por el magnate Wang Jianlin, que con los años se ha acabado convirtiendo en el hombre más rico de China, como certifica la última edición de la lista Hurun -equivalente local de Forbes-, que le estima una fortuna de 32.100 millones de dólares.
Al no cotizar en bolsa, son limitados los datos financieros disponibles sobre esta compañía, que en su página web afirma tener activos por valor de 634.000 millones de yuanes (92.300 millones de dólares, 86.000 millones de euros) al cierre de 2015.
Sólo el año pasado, el Grupo Wanda facturó 290.160 millones de yuanes (42.200 millones de dólares, 39.400 millones de euros).
Wanda nació como empresa dedicada al sector inmobiliario y se especializó en construir hoteles y complejos comerciales y residenciales llamados "Wanda Plaza", de los que tenía 133 en China al término de 2015.
En el terreno inmobiliario han llegado algunas de sus adquisiciones internacionales más sonadas, como la compra del Edificio España de Madrid en 2014, que vendió dos años después al grupo empresarial murciano Baraka tras múltiples discrepancias con el Ayuntamiento de la capital española.
El conglomerado chino también se planteó invertir hasta 3.000 millones de euros en otro gran proyecto de ocio y viviendas en Madrid, la Operación Campamento, aunque finalmente descartó la idea, y se informó de una negociación por adquirir un 75 % del complejo Marina d'Or de Oropesa del Mar (Castellón).
Sin embargo, las ambiciones de la compañía se han ido diversificando más allá del ladrillo con una decidida apuesta por el entretenimiento, y en especial por la industria cinematográfica, y por el deporte.
Con base en una agresiva estrategia de adquisiciones, Wanda se ha convertido el mayor exhibidor cinematográfico mundial -en julio compró la cadena británica Odeon & UCI, al que pertenece la española Cinesa- y empieza a abrirse un hueco en el campo de la producción de películas.
En deportes, el grupo encabezado por Wang Jianlin se hizo en enero de 2015 con un 20 % del accionariado del Atlético de Madrid, en lo que fue la primera entrada de una firma china en el capital de uno de los grandes del futbol europeo.
La vinculación del magnate y el futbol, en todo caso, no era nada nuevo, puesto que Wang fundó en la década de 1990 el primer club chino profesional de este deporte, que también se llamó Dalian Wanda.
Más allá del balompié, Wanda compró en agosto de 2015 la compañía Triathlon Corporation, dueña de los derechos de los triatlones Ironman, meses después de adquirir la empresa suiza Infront, una de las mayores firmas mundiales de derechos deportivos.
La empresa china suscribió este año acuerdos de patrocinio con las federaciones internacionales de futbol (FIFA) y baloncesto (FIBA).
Además, se está lanzando a la organización de acontecimientos deportivos y, en este sentido, celebrará en 2017 su primer torneo internacional de futbol en China, con la participación de las selecciones de Chile y Croacia, y una vuelta ciclista de una semana, también en su país, incluida en el circuito UCI World Tour.
cg