El futuro de Moisés Muñoz está en el aire. Aunque el todavía portero del América se ha comportado de una manera muy digna después de la gran indiscreción de Santos Laguna al anunciar que Agustín Marchesín llegaría al Nido, no ha dejado de moverse en busca de mejor futuro. A Muñoz no le asusta la competencia, pero sabe que, de entrada, mediáticamente el argentino “debe jugar sí o sí”. Los pasos del guardameta de 36 años podrían ir al norte, más allá de la frontera, porque en la Major League Soccer siempre le han hecho “ojitos” y, a nivel personal, pues qué mejor que sus hijos vivan algunos años en Estados Unidos, con todo y que Donald Trump quiera construir muros. Otra opción, dicen, es el Atlas, pero eso se ve más lejano.
Chivas presiona por las joyas tuzas
El que Oscar Pérez haya alargado su retiro hasta junio próximo, le dio margen de maniobra a Pachuca y Chivas para negociar. No es un secreto que Jorge Vergara quiere comprar al portero Rodolfo Cota, que juega en las Chivas, pero es propiedad de los Tuzos, que no lo quieren vender. Lo que han puesto sobre la mesa los hidalguenses es que el chiverío les ceda en definitiva al volante Víctor Guzmán, héroe de la final del Clausura 2016, más una buena cantidad de dinero, para que se puedan quedar con Cota, lo que no ha sido del agrado de los tapatíos. Ahora se mete un tercero en la novela: Rodolfo Pizarro, un deseo de Matías Almeyda que espera le hagan realidad. Para que los Tuzos suelten a una de sus joyas, estará más que complicado.
Chávez, en peso aceptable
Al parecer no habrá sufrimientos sobre la báscula para Julio César Chávez Jr. este viernes cuando se realice la ceremonia de pesaje para su combate ante el alemán Dominik Britsch, del sábado, en la Arena Monterrey, de Nuevo León.
Nos comentan que ayer, al pasar su chequeo con la báscula, el “Hijo de la Leyenda” registró sólo 1.9 kilos arriba del peso pactado del combate ante el teutón, que será en 168 libras (76.2 kg).
Esto tiene muy contento al equipo de trabajo de Julio César hijo, toda vez que en sus últimos combates había sufrido en este rubro, consecuencia de su falta de compromiso en las horas de entrenamiento y su escasa seriedad para asistir al gimnasio.