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hector.morales@eluniversal.com.mx
Para nadie es un secreto que la situación en Guerrero es complicada por la presencia del crimen organizado. Secuestros, asesinatos, extorsiones y narcotráfico han invadido la zona. Según el futbolista Martín Pureco “está muy difícil la inseguridad allá.
“De ciertos años para acá, la violencia es demasiada. Antes eran los estados del norte los que estaban con el narcotráfico y la violencia a todo lo que daban y ahorita Guerrero se ha vuelto un estado en el que la criminalidad está al 100 por ciento y creo que a la juventud le ha pegado mucho”, evalúa el defensa central guerrerense, quien le donó un riñón a su hermano, Cristian.
Al ser oriundo de ese estado, castigado por el flagelo de los actos violentos, conoce el contexto que viven los jóvenes.
“Hay gente joven inmiscuida en el narco, secuestros, y en Guerrero se da mucho”, lamenta.
Pero ve una luz de esperanza que puede solucionar este tema, para que Guerrero vuelva a ser un lugar de paz y turístico.
“Hay un buen ejemplo que está dando la Universidad [Autónoma de Guerrero] ahorita. Es mucho de resaltar. El rector [Javier Saldaña Almazán] se ha preocupado por esa parte, para que los jóvenes utilicen la UAGRO para motivarlos a que estudien, muchos programas de beca, para que se alejen de esas cosas negativas y estudien”, aplaude.
“Hay becas, existen equipos en todos los deportes, futbol, basquetbol, el rector ha utilizado esa parte para que aprovechen su tiempo en esa parte. Es una buena estrategia, una buena acción”, recomienda.
La juventud del estado natal de Martín Pureco suele enfrentarse a la disyuntiva de “irse por el buen camino” o preferir militar en las filas del crimen organizado.
El jugador profesional expone que depende más de la persona, que del contexto en que se vive la elección de uno u otro sendero.
Según su visión, los valores que se reciben en casa son fundamentales para enrolarse en actividades deportivas y lícitas que regresen la tranquilidad a Guerrero.
En caso de que no se recibas buenos consejos en casa, es cuando las autoridades deben de intervenir para “salvar” a los jóvenes, de acuerdo con el defensor.
“Yo pienso que depende de la educación que recibas en casa, de cómo veas la vida, tu futuro y tus ganas de trascender. Depende de eso. Si no tienes esa educación o esa mentalidad, entra el gobierno, que se preocupe”, argumenta.
“ Si no cabe en tu mente, tomar un buen camino, que exista el gobierno, instituciones que te enseñen a mantenerte en el buen camino por el bien de país”, demanda.
