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Si el América hubiera resistido el par de minutos que faltaban para coronarse en el Apertura 2016, su festejo se habría dado sin un futbolista importante: Osvaldo Martínez. El paraguayo, quien fue negociado al Santos Laguna en pleno torneo, fue el elemento no nacido en México que Ricardo Antonio La Volpe sacrificó en ambos juegos de la final contra los Tigres, para cumplir con la regla 10-8, lo que no dejó nada contento al paraguayo, quien decidió no ir al estadio Universitario la noche del domingo, pese a la invitación para estar en el palco asignado a la directiva de las Águilas. Al saber que no estaba en los planes para el encuentro, de inmediato inició sus vacaciones para después reportarse con los Guerreros. Un triste adiós para un jugador que siempre sudó la camiseta.
Higuera, adicto a la polémica
José Luis Higuera, CEO de Chivas Omnilife, no se puede contener cada que ve una oportunidad para burlarse del América en Twitter, donde se ha convertido en el villano favorito de los fans del cuadro de Coapa. Tras la derrota ante Tigres, publicó que algunos sufren diarrea al cenar sushi y cabrito, en clara alusión a las Águilas, que perdieron en Japón y en Monterrey. Después se disculpó, pues su comentario hizo enfurecer hasta a Ricardo Peláez. Pero no bien se habían apaciguado las aguas cuando puso: “Gracias a todos por su preocupación ayer ya no cene nada. Les mando un abrazo a todos por sus buenos deseos y nos vemos este 2017”. Su cuenta se volvió a llenar de improperios y felicitaciones. Extraño comportamiento de quien hace años era simpatizante del América.
Castillo, la esperanza de Pumas
Atentos, fanáticos de Pumas, pues desde esta mañana muy temprano el goleador chileno Nicolás Castillo ya está en suelo mexicano. Se esperaba su arribo a las 05:45 de la mañana y de ahí a los protocolarios exámenes médicos, la bienvenida de rigor y esas cosas. Es un fichaje que promete para los Pumas, pues trae muchos goles en la maleta. Terminó el año como bicampeón del torneo y de goleo con la Universidad Católica, el club de sus amores, pues literalmente comenzó desde abajo, como fanático, hasta convertirse en máximo ídolo. Tuvo una despedida emotiva, prometió regresar, no dijo cuándo, pero en Pumas seguramente están cruzando los dedos para que sea después de muchos goles y varios títulos.
