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hector.morales@eluniversal.com.mx
En el día en que todos esperan un regalo, Tigres y América esperan el suyo, que los haga sentir en la gloria: el título del Apertura 2016. El subcampeonato será un trozo de carbón, pues es indeseable.
Razón por la que se espera en el estadio Universitario una batalla épica entre felinos y emplumados en pleno 25 de diciembre. El 1-1 que se concretó en el partido de ida en el Estadio Azteca dejó la resolución del ganador para mañana.
Entre recalentado, obsequios y el árbol de Navidad, los aficionados de ambos equipos esperan la máxima alegría que los haga sentirse orgullosos a una semana de que termine el año 2016.
Sin embargo, en ninguno de los equipos se sienten favoritos para subirse al trono de la Liga MX. Expresan la típica frase: “faltan 90 minutos y todo puede pasar”.
“Yo veo que hay un 50 y 50 por ciento de probabilidades de salir campeones. América es un equipo que acaba de jugar el Mundial de Clubes y tiene muy buenos jugadores”, considera el estratega de los Tigres, Ricardo Ferretti.
Los norteños han sufrido dos derrotas en finales en los últimos años ante las Águilas. Los de Coapa les arrebataron el cetro del Apertura 2014 y la Liga de Campeones de la Concacaf 2015-16.
Los azulcrema buscan repetir la historia. El segundo semestre de su centenario ha encontrado frustraciones en la cancha y bochornos fuera de ésta.
Quedaron sin posibilidades de campeonar en la Copa MX, a manos del Guadalajara en las semifinales del torneo. Además, ni siquiera lograron subirse al podio en el Mundial de Clubes. Ganaron un partido ante el Jeonbuk de Corea del Sur, pero sufrieron un descalabro ante el Real Madrid. En el duelo por el tercer sitio, el Atlético Nacional de Medellín los victimó en penaltis.
Por si fuera poco, el americanista anhela resarcir el daño que ha dejado el no tener un partido contra un equipo “grande” en el Centenario, el presunto plagio del himno conmemorativo y la ausencia de una contratación “bomba”.
La final del Apertura 2016 es la última oportunidad para lograr coronar estos seis meses con la estrella 13 de la era profesional.
Sin embargo, el América —desde la instauración de las Liguillas— nunca ha podido convertirse en monarca cuando la serie final se cierra fuera del Estadio Azteca. Cayeron con Pumas (1990-91) y Pachuca (Clausura 2007).
Ricardo La Volpe, técnico de las Águilas, descarta que jugarse el campeonato en el apodado “Volcán” sea factor en contra de sus experimentados pupilos.
“Yo creo que los equipos son los que juegan. Los demás, los aficionados y todo eso no participan. Es una cuestión mental lo que pueda pesar. Si no lo piensas, lo descartas”, señala el “Bigotón”.
“Los grandes equipos salen a ganar en cualquier cancha y América es un grande”, reta.
Guiar a América a lo más alto del balompié nacional significaría para La Volpe colocar un título más en sus casi vacías vitrinas
La circunstancia que tendrán en contra los felinos es la posible ausencia del delantero André-Pierre Gignac, quien en esta Liguilla sumaba seis anotaciones. Su esguince de segundo grado en las cervicales lo pone en duda para jugar la vuelta y mermará la artillería que suelen presentar los regios.
Tigres y América se enfrentan en una final navideña. Ninguno de sus integrantes quiere recordar cada 25 de diciembre que quedó subcampeón. Al revés, quieren acordarse de una fecha gloriosa, con el trofeo de monarca bajo del “arbolito”.