Separados por un hueco de seis puntos y estados de ánimo casi opuestos, Barcelona y Real Madrid disputarán mañana en el Camp Nou el clásico de la Liga española de fútbol más incierto de los últimos años.

Si bien los números y la dinámica juegan a favor del enrachado Real Madrid, el líder de la clasificación, la necesidad y el orgullo obligan al alicaído Barcelona, que se agarra al factor cancha casi como una garantía de éxito para sumar los tres puntos en el esperadísimo duelo por la decimocuarta fecha del torneo español.

El Camp Nou, sin embargo, no fue un factor decisivo en el clásico de la temporada pasada: los dirigidos por Zinedine Zidane se impusieron por 2-1, pese a su aparente peor momento de juego. Y tampoco lo está siendo en esta campaña, en la que los azulgrana ya han cedido más puntos en su casa que en toda la pasada: siete.

Lo será, más probablemente, el argentino Lionel Messi, que rivalizará de nuevo con el portugués Cristiano Ronaldo por demostrar quién es el mejor, y quizá también un Andrés Iniesta que, tras seis semanas de ausencia por lesión, regresó a la convocatoria de Luis Enrique entre grandes expectativas.

Luego del último tropiezo de los suyos ante la Real Sociedad (1-1) con una pobrísima imagen, la hinchada azulgrana confía en que el regreso de su capitán sea la solución a algunos de los problemas del Barcelona. No es casualidad que el empobrecimiento del juego "culé" haya coincidido con la baja Iniesta, el hombre más determinante en el mediocampo del Barcelona junto con Messi.

Aunque el juego de su equipo sigue sin convencer y depende, en buena parte, de los goles de Cristiano Ronaldo, el entrenador blanco sigue sumando puntos y partidos sin perder: 32 consecutivos ya.

Muy poco acertado en el inicio de Liga, el astro portugués ha bendecido con goles los cambios de sistema de Zidane en los últimas semanas: diez tantos en otros tantos partidos. Y continúa su cerrada pugna con Messi por conquistar todos los premios individuales, ahora también el "The Best" al mejor jugador de 2016.

La estrella argentina suma un gol menos que el luso en lo que va de campeonato doméstico, pero ha tenido más peso en el juego colectivo de un Barcelona muy dependiente de sus genialidades y de su mando en ausencia de Iniesta.

Así las cosas, la banda derecha de Messi y la izquierda del brasileño Marcelo en el Real Madrid -la que más habilita a Ronaldo- tendrán mucho que decir en el choque más apasionante de la Liga.

Como siempre sucede, el clásico acaparará toda la atención de todo el mundo: más de 850 periodistas de 36 países contarán lo que en él suceda.

Atento estará también el Atlético de Madrid, que más tarde se enfrentará al Espanyol en el estadio Vicente Calderón en una jornada de sábado que también vivirá el Leganés-Villarreal.

Cuartos clasificados a nueve unidades del Real madrid, los rojiblancos aspiran a no aumentar su desventaja respecto al Sevilla -que hoy se mide al colista Granada- frente a un Espanyol que ha 
enlazado siete partidos sin perder.

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