Árboles caídos, restos de fuselaje, cadáveres aún aferrados a los asientos. La imagen con la que se encontraron las primeras personas que llegaron al cerro El Gordo, minutos después del accidente aéreo que sufrió la delegación de Chapecoense que se dirigía a Medellín, era aterradora. Era desesperante.

Sergio Marulanda fue uno de los lugareños que, con una camioneta comenzó las tareas de rescate. Pero al primer sobreviviente, el futbolista Alan Ruschel, lo encontraron gracias a que un niño “fantasma” los ayudó. El pequeño, se hizo conocido como “fantasma” después de los rescates porque nadie logró identificarlo. El menor les contó que escuchaba gritos y eran los de Alan Ruschel, quien permanece en cuidados intensivos. 

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