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El 2016 de la Selección Nacional Mexicana podría ser recordado por ser el año en el que por fin se le ganó a Estados Unidos en Columbus, mas lo que quedará tatuado en la memoria es aquel 7-0 sufrido ante Chile en los cuartos de final de la Copa América, la peor derrota del Tri en la historia.

Juan Carlos Osorio, técnico nacional, ha dicho que a pesar de todo y por todo, el año fue “positivo”.

“Fue un año de mucho aprendizaje. El dirigir a una Selección como la de México es un caso único, hay mucha afición, mucha pasión, pero creo que hemos demostrado que con trabajo se pueden entregar resultados”, mencionó el colombiano cuando hizo su balance del año.

Desde que llegó al banquillo de la Selección, Osorio ha sido cuestionado sólo por el hecho de ser extranjero, a pesar de la racha de juegos sin perder y sin recibir goles.

El balance anual es positivo. Se jugaron 15 partidos: 11 triunfos, tres empates y una derrota

Pero qué derrota.

La gran racha. El año inició con cinco victorias seguidas y sin gol en contra. Se destaca el triunfo ante Canadá: 0-3 en Vancuover, donde se había ganado por última vez en 1993.

En ese momento, lo que más se le criticaba a Osorio eran las llamadas “rotaciones”, sistema basado en no repetir alineaciones.

Copa América. En la Copa América Centenario, México debía entregar buenas cuentas: ser semifinalista. Se comenzó con victoria sobre Uruguay, donde se aceptó el primer gol en el año y en todo el proceso. Se le ganó a Jamaica y se acabó la racha de victorias ante Venezuela.

La caída. El 18 de junio en el Levis Stadium de Santa Clara, California, México tuvo el peor golpe de su historia al ser goleado por Chile 7-0.

“Estoy avergonzado, me equivoqué en todo. Ningún mexicano sufrió la derrota tanto como yo”, dijo el técnico. Su puesto, en ese momento, pendió de un hilo.

Dos meses y medio después, con gesto serio, decaído, Osorio volvió, y cambiando el discurso, que no el sistema… “ya no le llamemos rotaciones, sino oportunidades”, el técnico vio hacia el frente.

“Aprendí de todas las críticas que se hicieron, porque el futbol es aprender cada día más y entender que esto es de resultados”, reconoció ya digerido el trago amargo.

El regreso fue triunfante, ganando en el Cuscatlán a El Salvador, lo que significó romper otra racha negativa para el Tri. El objetivo estaba cumplido: calificar al hexagonal final.

Calentar Columbus. El último reto del año era el más complicado: derrotar a Estados Unidos en su fortaleza: Columbus, donde México no había ganado en 14 años. Los rumores hablaban que de no conseguir un triunfo, el proceso sería cortado de de tajo.

El 15 de noviembre, con goles de Miguel Layún y Rafael Márquez, el Tri calentó el Mapfre Stadium, rompiendo el mito de sede invencible.

“No se trata de cambiar la historia, ni olvidar lo que sucedió antes, pero sí hacer su propia historia. Fue importante levantarnos de ese 7-0, y también arrancar un hexagonal con una victoria fuera de casa, superando adversidades”, afirmó el colombiano al hablar de los dos polos en los que estuvo durante este año.

Confederaciones. La última acción del DT fue ir al sorteo de Copa Confederaciones que se realizará en 2017 en Rusia. México enfrentará a Rusia, Portugal y Nueva Zelanda.

Fue un 2016 de clarososcuros para el Tri. La buena racha que se mantuvo y acabar con lo negativo, lo mejor, pero esa derrota escandalosa se volvió una mancha enorme en el currículum del Tri, que en 2017 tratará de lavar y hacerla olvidar.

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