Un equipo de expertos de Medicina Legal y de la Fiscalía completó ayer casi 24 horas de trabajo continuo para identificar a las víctimas del vuelo LaMia CP-2933, que se estrelló el lunes en Antioquia con 77 personas a bordo, entre ellas 19 jugadores del club de futbol Chapecoense.

El proceso se aceleró porque los forenses no necesitaron cotejar el ADN de los familiares con los cuerpos. Hasta el cierre de esta edición, 59 ya estaban identificados (52 brasileños, 5 bolivianos, 1 paraguayo y 1 venezolano).

El director del Instituto Nacional de Medicina Legal, Carlos Eduardo Valdés, explicó que esta tarea se logró trabajando sin descanso y con cotejo dactiloscópico: comparar las huellas dactilares de los cadáveres con las bases de datos suministradas por los gobiernos de Brasil y Bolivia.

“Las huellas fueron nuestra mejor fuente de información, que procesaron médicos patólogos, forenses, antropólogos y odontólogos, con el apoyo de laboratorios de genética, química y biología”, detalló.

El trabajo dactiloscópico se logró porque los cuerpos llegaron al laboratorio de Medicina Legal en buen estado, aunque no para el reconocimiento por parte de familiares.

Julio Glinternick Bitelli, embajador de Brasil en Colombia, señaló que en un comienzo se pensó en que las familias de las víctimas tendrían que desplazarse hasta Medellín para cotejar su ADN con los cuerpos, pero no fue necesario.

“A los familiares se les dio la libertad de decidir si querían viajar o no. Muchos prefirieron quedarse en Brasil y esperar la repatriación de sus seres queridos. En eso se está trabajando de manera muy fuerte”, añadió.

Para apoyar el proceso, expertos de la Policía Federal de Brasil llegaron ayer a la capital antioqueña; también arribarán dos aviones Hércules de la Fuerza Aérea Brasileña para despegar con los cuerpos y llevarlos a Chapecó.

Kristian Kruger, director de Migración Colombia, contó que luego de la identificación, la Registraría hará los certificados de defunción y que están a la espera de aviones de la Fuerza Aérea de Bolivia y de Brasil para repatriar a las víctimas.

Precisamente, el envío de los cuerpos a sus lugares de origen comenzaría desde hoy, en coordinación con autoridades colombianas, de Bolivia y Brasil. Por ello también se aceleró la congelación y preparación de los cadáveres

La familia del piloto Miguel Alejandro Quiroga Murakami, fallecido en el accidente junto con otras 70 personas, espera hoy sus restos en Brasil.

Denise Pinto, cuñada del piloto, dijo: “Nosotros estamos en una nebulosa, sabemos lo difícil y complicado que es todo este proceso de repatriación; además estamos impedidos de cierta manera de trasladarnos hacia Medellín porque vivimos en zona selvática”.

Aunque Quiroga vivía en Santa Cruz, cuando tenía tiempo libre visitaba a su familia en Epitaciolândia (Brasil), la frontera con Bolivia, un sitio alejado, selvático y sin conexión aérea. Hasta allí esperan que trasladen su cuerpo.

Gilberto Batisteyo, representante de familiares de las víctimas, manifestó que una comitiva en la que viajaron los médicos legistas del gobierno de Brasil, funcionarios de la alcaldía de Chapecó y familiares de algunas víctimas, aterrizó ayer en la mañana en Rionegro.

“Los médicos están acompañando a los sobrevivientes en los tres hospitales. Nosotros estamos dando el mayor apoyo posible para que consigamos concluir el reconocimiento y hacer el traslado de todos a su destino”, añadió.

El canciller de Brasil, José Serra, quien arribó a Medellín para acelerar tanto el proceso de repatriación como de investigación, confirmó que tres aviones de la Fuerza Aérea Brasileña están listos para recoger los cuerpos.

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