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El vestuario de Chapecoense, el club brasileño diezmado hoy por un accidente aéreo en Colombia, era escenario este martes de otra tragedia, la de los ocho jugadores que sobrevivieron porque no viajaron a Medellín, entre ellos el emblemático Nivaldo y el argentino Alejandro Martinuccio.
Las imágenes en el vestuario de los jugadores que no embarcaron por estar lesionados o porque no estaban en plena forma dan cuenta del estado de ánimo de estos ocho supervivientes, que se dijeron "consternados" por la muerte de sus compañeros, dirigentes y amigos del club.
Según el Chapecoense, los jugadores que se quedaron en la ciudad de Chapecó fueron Neném, Demerson, Marcelo Boeck, Andrei, Hyoran, Alejandro Martinuccio, Nivaldo y Rafael Lima.
Entre estos ocho figuran Nivaldo, el portero que es considerado como el jugador más emblemático y más antiguo de este humilde club brasileño por estar en la institución desde 2006, cuando el equipo aún disputaba la cuarta división de la Liga en Brasil, y haber sido protagonista de su ascenso hasta la división de honor.
"No quiero creer en lo que ocurrió, pero tenemos que ser fuertes", afirmó el veterano portero, quien dijo fue despertado en la madrugada de hoy por las insistentes llamadas telefónicas de amigos y familiares para preguntar si estaba en el fatal vuelo.
Explicó que enseguida los jugadores supervivientes comenzaron a intercambiar mensajes por whatsapp para intentar obtener más informaciones pero que tenían que limitarse a lo que decían las noticias a cada minuto.
Los supervivientes también llamaron a los compañeros y dirigentes que habían embarcado rumbo a Medellín con la esperanza de que alguno respondiera el teléfono.
Finalmente compartieron sus tragedias personales en el vestuario del club, a donde varios terminaron reuniéndose a la espera de nuevas informaciones.
Su perplejidad contrastaba con la euforia que ese vestuario vivió en las últimas semanas, cuando el Chapecoense hizo historia al avanzar primero a semifinales de la Copa Sudamericana y después a la inédita final.
De acuerdo con Nivaldo, el partido con el Atlético Nacional por la final del torneo continental era considerado por todos como el mayor partido no sólo de sus vidas sino de los 43 años del club.
"Estoy consternado con la caída del avión y la muerte de mis compañeros", afirmó el zaguero Demerson en un mensaje que publicó en las redes sociales, en el que deseó "mucha fuerza y paz" a los familiares de las víctimas en "este momento tan difícil".
Otro superviviente fue Alejandro Martinuccio, quien no pudo viajar con el equipo por una lesión. "Es muy difícil. Hoy me levanté con esta noticia. Las cosas pasan, no sé por qué pasan. Estoy triste. Yo me estaba recuperando de una lesión y por eso no viajé", dijo el delantero argentino de 28 años.
También en la sede del club se dieron cita desde primeras horas de la mañana familiares y amigos de los jugadores y los directivos que viajaron a Medellín a la espera de noticias, con la esperanza de que no se confirmaran los malos augurios.
El conjunto brasileño viajaba a Colombia para disputar el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana contra el Atlético Nacional y el accidente aéreo provocó la muerte de alrededor de 75 de los 81 pasajeros que estaban a bordo del avión, según los últimos datos que proporcionó la Policía colombiana.
El avión pertenecía a la empresa boliviana Lamia y había sido fletado por el Chapecoense para la que sería su primera final de un torneo internacional en sus 43 años de historia.