Hasta que la tragedia se cruzó un su camino, el Chapecoense era un equipo joven y poco conocido, que había cobrado notoriedad con su sorpresiva llegada a la final de la Copa Sudamericana de Futbol.
En busca de ese sueño se encontraba cuando el avión chárter que lo trasladaba a Colombia, donde tenía previsto medirse el miércoles al Atlético Nacional de Medellín, se precipitó a tierra a pocos kilómetros de su destino.
Hasta 2009, el pequeño club brasileño apenas militaba en la Serie D del futbol brasileño. Pero tuvo un ascenso meteórico y llegó a primera división en 2014.
Desde entonces, no sólo se ha mantenido en la máxima categoría, sino que cada año ha mejorado su rendimiento hasta llegar a estar a sólo dos juegos de ganar el primer título internacional de su corta historia.
Chapecoense fue fundado en 1973 y representa a la ciudad de Chapecó, un polo industrial de Brasil en el estado de Santa Catarina, en el sur del país, en el que viven aproximadamente 200 mil habitantes y donde, según relataban los medios locales, se vivía una “fiebre” por el conjunto.