Con los cambios que se han dado en Monterrey, en donde Luis Miguel Salvador salió para dar paso a Duilio Davino como nuevo presidente deportivo, uno de los beneficiados podría ser el portero suplente del América, Hugo González. Se sabía que la salida de Luis Miguel se debió a que ya no tenía relación con Antonio Mohamed, quien a pesar de haber fracasado al no calificar, sigue teniendo mucha fuerza con los jerarcas. La nueva víctima del “Turco” es un símbolo de los Rayados: Jonathan Orozco, con quien tuvo roces durante todo el semestre. La salida del portero tendría jiribilla, pues la intención es traer a Hugo González como nuevo guardameta de los regios. Otra petición es la de Rubens Sambueza, pero esa será muy difícil de cumplir.
Se van de Cruz Azul y triunfan
Todo hace indicar que Cruz Azul nombrará el próximo jueves a su nuevo director técnico, pero mientras eso sucede, sólo se confirma que en el equipo cementero se vive una maldición. La muestra está clara, pues jugadores que pasaron sin pena ni gloria en el club, ahora triunfan en otros países. Fernando Belluschi, quien fue desperdiciado por Tomás Boy, ahora es figura en San Lorenzo de Almagro y la prensa local presiona para que sea convocado a la selección. En tanto que Hernán Bernardello, quien pasó de noche en la era de Enrique Meza y Luis Fernando Tena, ahora es puntal en el Impact de Montreal, uno de los finalistas de la MLS. ¿Qué pasa, que en La Máquina no funcionan? Al parecer el nuevo técnico no será de Argentina, sino... ¡de Catemaco!
Sufrido Monday Night
Uno de los mayores inconvenientes que sufrió la prensa estadounidense que cubrió el partido de la NFL en el Estadio Azteca, fue la poca comodidad que tiene el recinto para trabajar. Y es que, a pesar de que los palcos para los periodistas fueron renovados, los reporteros se quejaron de las pocas o nulas indicaciones que había para dirigirse a los vestuarios después del partido y realizar las entrevistas. Muchos de los colegas no alcanzaron a llegar a las conferencias de prensa, por perderse entre la gente que, al igual que ellos, bajaron por las rampas. Después no se les permitió regresar al palco, como acostumbran en Estados Unidos, donde pueden seguir trabajando hasta tres horas después de la conclusión del partido.