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El 24 de marzo en Barcelona, España, la ciudad que lo adaptó, vio apagarse la luz, la intensa luz que proyectaba Johan Cruyff.
El holandés, el genio que revolucionó el futbol en los 70, primero con el Ajax y después con la selección de Holanda en el Mundial de Alemania 1974, perdió el partido contra el cáncer, que inmisericorde atacó sus pulmones, debido a su adicción al cigarrillo.
Al morir Cruyff nació la leyenda. El holandés dejó, más allá de sus títulos como jugador y como director técnico, una filosofía de vida, de aprendizaje, otra manera de ver al futbol, no sólo como un juego o un negocio del que sacan ganancias sólo unos cuantos.
“El legado que dejó Johan Cruyff va más allá de lo que sucedió en una cancha… fue el Da Vinci del futbol” a decir de Jacques Passy, director de la Johan Cruyff Institute en México y América Latina.
“Cruyff nos dejó mucho más que futbol. Nos dejó el legado de una persona. Reitero, es el Leonardo Da Vinci del futbol. Así como Leonardo era un genio científico, en la pintura, la arquitectura y hasta esquemó los primero trazos en la aviación, Johan era un genio como jugador, entrenador, empresario y académico. Lo que tocó lo hizo oro en distintos ámbitos. Fue un dirigente, un líder, empresario, fue un artista del futbol”.
Cruyff como futbolista está considerado entre los más grandes del mundo, junto con Edson Arantes Do Nascimento ‘Pelé’, Diego Armando Maradona y Alfredo Di Stéfano. Aunque a diferencia de los dos primeros, Cruyff nunca pudo ganar una Copa del Mundo.
“Lo de la Copa del Mundo es circunstancial. Hoy los dos mejores jugadores del mundo: Lionel Messi y Cristiano Ronaldo no han ganado un Mundial. Es relativo, a veces te toca y no te toca. Johan llevó a Holanda a la final de una Copa del Mundo (que perdió ante Alemania 2-1), y al de (Argentina) 78 no llegó por cuestiones de patrocinio, pero no se puede negar que su influencia alcanzó para que ese equipo llegara hasta el juego definitivo (el cual también se perdió ante los locales 3-1 en tiempo extra)”, apunta Passy, también director técnico de la seleccióna nacional de San Cristóbal y Nieves.
Cruyff revolucionó “a un Ajax en Holanda y a un Barcelona que no ganaba nada en los 70, y lo hizo como jugador y después como técnico”, en los 90 con el famoso Dream Team.
Su legado está vigente “tácticamente implementó el estilo de juego que hoy maneja Pep Guardiola [en el Manchester City], Luis Enrique [en el Barcelona], el francés Arsene Wenger [en el Arsenal], Lopetegui y en su momento don Vicente del Bosque [en la selección de España]... el famoso ‘tiki taka’. El que le dio el amor al balón y al futbol, fue Johan Cruyff”.
Cruyff, esté donde esté, “debe encontrarse satisfecho, pues en la memoria queda lo que hizo y lo que dejó al mundo del futbol y más allá”, remata Passy.
Su epitafio quedó en una de sus famosas frases: “Cuando salgan al campo miren la grada, que todo eso lo han hecho para ustedes. Así que salir al campo y disfrutar”.