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daniel.blumrosen@eluniversal.com.mx
Ammán, Jordania.— Por más que intentó cumplir a cabalidad el rol de guía al abrazar a sus jugadoras antes de retirarse al camerino, la mirada delató a Christopher Cuéllar. Sí, la Selección Mexicana ha marcado un par de hitos en el Medio Oriente, pero la exhibición de ayer le generó varias dudas.
Es por eso que los ojos del entrenador asomaron furia. El Tricolor lo hizo: empató con España (1-1) para conservar el liderato del Grupo A y clasificar invicto por primera vez a los cuartos de final en una Copa del Mundo Femenil Sub-17, pero las subcampeonas europeas desnudaron varias falencias de sus chicas.
Ninguna como la falta de serenidad para defenderse sin el balón. La “Furia Roja” lo monopolizó durante gran parte del encuentro, lo que le dejó muy cerca de salir con los tres puntos del estadio Internacional Rey Abdullah II.
La falta de sangre fría a la hora cero y tres buenas intervenciones de la guardameta Miriam Aguirre solidificaron las pinzas que sostuvieron la igualada, aunque eso no confortó a Cuéllar, quien hasta se despojó de su acreditación con tal de poder hacer ademanes más enérgicos.
Pese a que la velocidad de la atacante Dayana Cázares preocupó constantemente a las europeas, el genuino peligro se respiró en el área mexicana, donde las chicas vestidas de verde y blanco se las ingeniaron para llegar a la otra orilla.
No lo habrían hecho sin la picardía de Dayana y Jacqueline Ovalle, cuyo desequilibrio por las bandas atrapa reflectores. De los pies de la primera emergió el mazazo que pareció noquear a las españolas. Después de un saque de banda, se inventó una fantástica jugada —a pocos centímetros de la línea de gol— y puso el servicio que terminó con el cabezazo de la delantera Daniela Espinosa (56’). Obra de arte que generó delirio en la banca mexicana y el puñado de aficionados tricolores.
Los gritos estremecieron al casi vacío inmueble, con una entrada oficial de mil 100 aficionados. La racha de imbatibilidad de España en este Mundial terminó en 236 minutos.
Simple espejismo, como los que suelen verse en los inmensos desiertos jordanos. Poco más de 100 segundos después, la delantera Eva Navarro por fin aprovechó un despiste de la zaga mexicana y venció a Aguirre con un disparo con poca potencia y mucha colocación.
Importante dosis de realidad para un representativo que venía de golear a Nueva Zelanda (5-0) y Jordania (4-1), pero la pasó bastante mal frente a un verdadero peso completo. De no ser por su portero y la ineficacia de chicas como la defensa Natalia Ramos, quien erró dos claras opciones de gol, el resultado habría sido otro.
Primera vez en la historia de los Mundiales Femeniles Sub-17 que el Tricolor iguala un duelo. De los anteriores 12 que había jugado, ganó seis y fue derrotado en la misma cantidad de ocasiones.
Unidad agridulce para Cuéllar, quien jamás estuvo sereno en la zona técnica. El miércoles, México deberá mejorar para hacer frente a Venezuela, su rival en cuartos de final.