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daniel.blumrosen@eluniversal.com.mx
Ammán, Jordania.— Conforme pasaron los años y creció el amor de Jimena López por el futbol, también aumentaron las complicaciones para su familia.
Nacida en un país donde el balompié femenil todavía no se libera de estereotipos y falta de apoyo, la hoy defensa de la Selección Mexicana Sub-17 debió padecer antes de hallar la tranquilidad y ritmo que le otorga su actual equipo... Ese que está conformado por varones.
Historia que se repite más de una vez en el plantel dirigido por Christopher Cuéllar, porque detectar el talento es difícil, pero lo es más aún mantenerlo, debido a la falta de infraestructura que aún se padece.
“Mientras más ha crecido, ha sido mayormente difícil, porque sí hay equipos de niñas chicas, pero después van abandonando [el deporte], así es que hemos tenido que dar vueltas por todos lados para que siga teniendo donde jugar”, relata Ana Fuentes, madre de la autora del tercer gol tricolor durante el debut mundialista contra Nueva Zelanda, en charla con EL UNIVERSAL. “De hecho, ahorita, cuando no está con la Selección, entrena con un equipo de hombres”.
Lo que le ha ayudado, según su familia, a perfeccionar varias de las habilidades futbolísticas que tiene, en especial, la buena ubicación y la pericia en el juego aéreo. Los riesgos por jugar con hombres no preocupan a la gente más querida de Jimena.
Emocionada, la señora Fuentes relata que el equipo donde juega la seleccionada nacional infantil “es el West Ham United, del Ocotal, en la carretera a Toluca. El entrenador les dijo [a los chicos] que Jimena era un jugador más y les pidió que le dieran la oportunidad. Al principio dudaron, pero luego vieron que sí juega. Entrena con ellos y juega con la Selección”.
Además de unos cuantos partidos informales con sus amigas de la preparatoria. Esos son los que más preocupan a sus padres, debido a la fuerza física y hasta algunos hábitos que López ha aprendido al compartir el lienzo verde con elementos del género opuesto.
“Definitivamente es un jugador más, así es que ha aprendido a ser muy entrona. De repente, cuando la invitan sus amigas de la escuela a jugar torneos, le pedimos que no les entre como a los hombres, porque las va a matar”, relata su mamá, con cierta picardía. “Ella dice que hombro con hombro es legal, pero le pedimos que se espere”.
Restricciones que han desaparecido en el Medio Oriente, porque todo lo que sea en buena lid se vale en pos de conquistar el título del máximo evento futbolístico del orbe.
Las goleadas sobre las neozelandesas (5-0) y jordanas (4-1) contagian de ilusión a quienes conocen los secretos de cada una de las 21 chicas que viajó al otro lado del planeta.
“[Percibo al Tricolor] súper bien, con mucha confianza”, afirma Fuentes. “Tenemos a un equipo muy fuerte, buenas porteras, una defensa bastante sólida, la media cancha está muy estructurada y grandes delanteras, así es que creo que realmente tenemos una oportunidad de llevarnos el torneo”.
Lo que bien podría significar el motivo que se necesita para que el futbol de mujeres reciba el apoyo que le permita dar un genuino salto de calidad en cuanto a las bases del mecanismo.
“Gracias a Dios, está mejorando. Este año va a empezar una Liga de mujeres, así es que se le está dando más impulso al futbol femenil en México”, reconoce. “Va mejorando... Y lo que le da el deporte a los chavos, no se paga con nada”.
Como para ella el hecho de ver a su hija como titular en una Selección que podría ser histórica.