Madrid.— El cuarto empate seguido del Real Madrid, 1-1 en su estadio frente al Eibar, y otro descalabro del Barcelona en la cancha del Celta de Vigo, donde perdió por 4-3, facilitaron que el Atlético de Madrid se colocara líder de la liga española tras vencer 2-0 al Valencia.

Antoine Griezmann falló un penalti por segunda vez en cuatro días, el primero de los dos que paró Diego Alves, pero se redimió al anotar el gol que encaminó el triunfo del Atlético.

La victoria, combinada con los tropiezos de sus rivales, le valió al equipo dirigido por el argentino Diego Simeone para alcanzar la cima de la clasificación con las mismas 15 unidades que el vecino blanco tras siete fechas.

Eibar, pegó primero en Madrid con un gol de Fran Rico a los seis minutos y, aunque Gareth Bale logró igualar a los 17, el equipo de Zinedine Zidane hilvanó otro empate tras los registrados ante Villarreal y Las Palmas en la liga, y Borussia Dortmund en la Liga de Campeones.

Más motivos para el enfado tuvo su homólogo, Luis Enrique, tras el duro revés encajado por el Barça en cancha del Celta, ahora décimo. El equipo de Berizzo, que la temporada pasada ya aplicó un duro correctivo a los azulgranas, repitió victoria con el hiperactivo Iago Aspas de protagonista. Aspas facilitó el tanto de Pione Sistos, anotó el segundo y forzó el tercero en contra de Jeremy Mathieu a un Barca irreconocible, que sufrió su segunda derrota de la campaña.

Griezmann, que el miércoles también malgastó un penalti en la victoria por 1-0 sobre el Bayern Munich por la Liga de Campeones, incluso tuvo tiempo de forzar otro, pero Alves frustró igualmente a Gabi Fernández para mejorar su estadística a 19 atajadas en la Liga.

El Barça exhibió su peor cara en Vigo, jugando sin Lionel Messi, ni la dosis necesaria de orgullo ante un Celta que rentabilizó su presión en cancha ajena para abrir el marcador por vía de Sisto, hábil en el control y tiro cruzado ante Marc-André ter Stegen asistente en la jugada, Aspas peleó un pelotazo ante Piqué y batió de similar manera al alemán, que enseguida encajó el tercero en contra de Mathieu, achuchado por el canterano celtiña en cruce de Daniel Wass. Piqué descontó de cabeza tras el descanso, en el que Barça mejoró con el ingreso de Andrés Iniesta. El segundo gol azulgrana cayó mediante un penalti transformado por Neymar. Pero una frivolidad de Ter Stegen, con sombrero fallido ante Hernández, acabó condenando al equipo de Luis Enrique, que aún tuvo tiempo de acercarse de nuevo gracias a Piqué.

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