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Con sus dos medallas olímpicas en el cuello, Germán Sánchez se dispone a ingresar nuevamente al quirófano para operarse su hombro derecho.
El objetivo del clavadista es comenzar sus entrenamientos al cien por ciento físicamente, por lo que la cirugía es inevitable.
“Mi prioridad ahora es operarme y después rehabilitarme lo más rápido posible. La verdad me gustaría participar en el Campeonato Mundial en 2017, aunque aún no se cómo será el selectivo para asistir. También quisiera estar en los Juegos Centroamericanos de Barranquilla y conseguir un buen resultado para México”.
Germán se someterá hoy a un estudio médico en la Ciudad de México y después viajará a Toluca, donde visitará a un médico que le hará un nuevo diagnóstico.
“He consultado a tres médicos y ellos coinciden en que es necesaria la operación, lo que tenemos que ver es quién de ellos nos da la mejor opción. El domingo voy a viajar a San Francisco y me parece que la Conade quiere que vaya a Boston con otro médico”.
Cuando se encuentre recuperado a Germán le gustaría intentar saltos de mayor grado de dificultad que puedan mantenerlo en la élite de la especialidad.
“Sí, tengo algunos pendientes. Uno de ellos es aumentar el grado en el parado de manos y poder hacer en posición B el clavado de tres y media vueltas hacia atrás. Hay que preparar el cuerpo para nuevos retos y aspirar a lo más difícil. Quizá perfeccionar el salto de cuatro y media vueltas al frente”.
Un hombre de fe. Aunque en alguna ocasión le reclamó a Dios por no ayudarlo a sanar su lesión en el hombro, Sánchez se ha convertido en un hombre para quien la religión es muy importante.
“Alguna vez me quejé y le dije a Dios que si fue capaz de hacer ver a un ciego y levantar a un muerto por qué no me curaba mi hombro si yo hice cosas por él. Después, mi hermana me mandó un mensaje que decía que Dios se hacía fuerte en los momentos difíciles y fue cuando entendí que él tenía el control de mi vida”.
Cada vez que puede Germán va a la iglesia y cuando no le es posible hacerlo se rodea de personas que le hacen fuerte. “Dios siempre está cuando otras personas te dan la espalda”.
Para el tapatío interactuar con sus fans en las redes sociales es muy importante, así como dejar un legado.
“Me gusta mucho esa comunicación que tenemos, porque de repente te levantas con el ánimo abajo y ves algún mensaje y eso te alienta para seguir buscando tus objetivos. Lo que busco es ser un buen deportista y más que eso una mejor persona. Quiero que cuando llegue algún deportista que pueda superarme tenga una tarea muy difícil de conseguir”, concluye.