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Ammán, Jordania.— Más allá de que Christopher Cuéllar ya tiene en mente a buena parte de la alineación que empleará este viernes, en el debut mundialista contra Nueva Zelanda, las integrantes de la Selección Nacional femenil presumen el buen momento que viven todas, lo que podría dificultar un poco la elección al estratega.
“Todas estamos a un mismo nivel”, sentencia la capitana y volante Alexia Delgado, en charla con EL UNIVERSAL. “La competencia interna es muy buena y todas estamos para hacer el 11 ideal”.
Porque todas tienen perfectamente bien estudiados a los tres adversarios que enfrentarán durante la primera fase de la Copa del Mundo infantil.
“Ya los hemos visto. Sabemos que las de Nueva Zelanda son chicas fuertes, altas”, detalla la también volante Jacqueline Ovalle. “De Jordania, es la sede y tiene una gran responsabilidad. De España, que son fuertes, altas y subcampeonas de Europa”.
Ninguna les hurta el sueño. Están conscientes de que las anfitrionas y las europeas lucen, de entrada, como las favoritas para avanzar en el sector, pero se consideran lo suficientemente aptas para hacerles frente y cumplir con la meta inicial: avanzar a los cuartos de final.
“A la cancha siempre hay que entrar con una buena actitud, decisión y tener un objetivo claro en la mente”, presume Ovalle. “Sabemos que será difícil, pero estamos con toda la ilusión de hacer un buen Mundial”.
Sin importar las complicaciones que se han tenido durante el proceso, en especial por las eternas carencias a las que debe enfrentarse cualquier representativo femenil en México. Ninguna como la de no tener clubes fijos para poder entrenar y mantenerse en perfecta sintonía futbolística.
“Ya es muy complicado, porque depende de cada una de nosotras ver equipos en donde podamos entrenar y no estar fuera de ritmo. La verdad es que sí nos afecta”, reconoce Delgado. “Algunas que vivimos en Guadalajara, entrenamos en el Centro de Formación (de la Federación Mexicana de Futbol), pero hay otras que no tienen a un equipo fijo... Es algo complicado”.
Falencias que esperan maquillar durante una competencia en la que sueñan escribir una de las páginas más doradas en la historia del balompié femenil tricolor.
