Tardó en llegar, demasiado para él. Eso explicó la desbordada alegría reflejada por Matías Almeyda tras el cabezazo de Néstor Calderón (77’), ese que dio al Guadalajara una sufrida victoria sobre los Tiburones Rojos (1-0).
Ha terminado la mala racha del Rebaño Sagrado, no sin antes padecer demasiado. La falta de puntería, acentuada con la plasticidad del meta Édgar Melitón Hernández, dio vida al Veracruz, que fue incapaz de liquidar, pese a tener dos opciones bastante claras. Juan Ángel Albín y Adrián Luna tuvieron misericordia de las Chivas. Lo pagaron bastante caro minutos después.
Porque el “Avión” lo volvió a hacer. Uno de los refuerzos que el “Pelado” tiene en la banca volvió a emerger de ésta para darle a los tapatíos tres puntos que les garantizan continuar en la zona de Liguilla y romper una racha de tres duelos sin triunfo (una igualada y dos caídas) si se toma en cuenta la Copa. En la segunda fecha fue titular frente al Monterrey... E hizo el del triunfo.
Efectividad repetida en el caluroso puerto jarocho. Al final, las condiciones climáticas afectaron más a los locales, quienes mostraron verdaderos deseos de triunfo hasta que estuvieron abajo en el marcador.
A diferencia del Guadalajara, que gobernó el encuentro desde el silbatazo inicial del joven árbitro Óscar Macías. No marcó en la mitad inicial porque Melitón se agigantó frente a Orbelín Pineda e Isaac Brizuela, además de que Edwin Hernández cimbró el travesaño en la ejecución de un tiro libre. Cerca del ocaso, el portero también resolvió una clara llegada de Carlos Cisneros.
Pero se quedó inmóvil con el remate de Calderón, quien aprovechó un servicio de Jesús Sánchez.
Terminó la “malaria” con el polémico uniforme blanco, también el dominio escualo sobre las Chivas, quienes acumulaban media docena de juegos ligueros sin imponerse al Veracruz (cuatro empates y dos derrotas). No lo hacían desde el 14 de marzo de 2008 (2-1). Otro motivo de festejo para Almeyda.